Por Álvaro Inostroza Bidart.
La verdad es que hacer una secuela de un clásico del cine puede resultar bastante exigente; y por lo tanto, lo lógico es no hacerse expectativas previas. En este caso, no sólo las posibilidades fueron ampliamente superadas, sino que “Doctor Sueño” (2019) es uno de los grandes estrenos del año.
“Doctor Sueño”, dirigida y escrita por el cineasta estadounidense Mike Flanagan y basada en una novela homónima de Stephen King; es una secuela de “El Resplandor”, que fuera dirigida en 1980 por el genialStanley Kubrick y que también se basó en la novela del mismo nombre de King, con una gran aprobación de la crítica y del público en general.
Flanagan, de 41 años, había dirigido nueve largometrajes: “Make Belive” (2000), “Still Life” (2001), “Fantasmas de la calle Hamilton” (2003), “Absentia” (2011), “Oculus” (2013), “Hush” (2016), “Somnia: antes de Despertar” (2016), “Ouija: el Origel del Mal” (2016), y “El Juego de Gerald” (2017), cintas mayoritariamente de terror y que le han dado un prestigio en dicho género.
El cual, sin duda, se verá acrecentado con “Doctor Sueño”. En esta cinta el protagonista es Dan Torrance (Ewan McGregor), hijo de Jack Torrance (Jack Nicholson), el mítico personaje central de “El Resplandor”, que ha llevado una vida mediocre, intentando esconder sus capacidades paranormales y sepultar en algún lugar remoto de su mente todos los fantasmas del viejo Hotel Overlook de Colorado, donde transcurre “El Resplandor”, con la ayuda del viejo cocinero del lugar, Dick (Carl Lumbly), que también “resplandece”.
Esto cambiará radicalmente cuando se contacte con él telepáticamente la niña Abra (Kyliegh Curran) y lo conmine a ayudarla, para detener las fechorías de Rose (Rebecca Fergurson), el Cuervo (Zahn Mcdarnon) y sus secuaces, que se dedican a alimentarse con las almas de seres especiales.
“Doctor Sueño” es una cinta sorprendente, que cautiva desde las primeras escenas; recreando de manera maravillosa el espíritu mágico y misterioso de “El Resplandor”; tanto por el sonido, la música como por el montaje, los movimiento de cámara y los diferentes planos. La parte final en el Hotel es simplemente deslumbrante y, aparte de homenajear directamente a la cinta original, tiene escenas de una fuerza visual tremendas, que la hacen difícil de olvidar.