Un informe preliminar dio a conocer esta jornada la Misión Canadiense de Observación de Derechos Humanos, que visitó Chile entre el 18 y 26 de enero. Durante aquellos días sostuvieron encuentros con 99 personas de 51 organizaciones en Valparaíso, Santiago y Antofagasta.
La delegación estuvo conformada por diputados de los parlamentos de Quebec y Canadá, además de representantes sindicales y de la sociedad civil e investigadores, quienes se encargaron de actualizar y complementar los datos de las misiones que anteriormente han arribado a Chile para analizar la situación país tras el estallido social.
Uno de los aspectos que llama la atención del documento es que pese a las recomendaciones realizadas por misiones internacionales y organizaciones sociales del país, “las violaciones a los Derechos Humanos y la represión continúan en un contexto de intimidación de la población y de criminalización de la protesta social”, se señala en el preinforme.
En el escrito también se indica que los datos y testimonios recabados durante los días de vista en el país, indican que “si bien las declaraciones oficiales minimizan la gravedad de la situación, el estado crítico de ésta se mantiene y se agrava por el efecto acumulativo y aun no se concretizan avances en materia de respeto de los derechos humanos en las prácticas de las fuerzas policiales”.
Asimismo, en una de las descripciones más duras, en el documento se indica que «los datos recabados en las entrevistas, acusan que se trata de una represión sistemática y masiva“.
En ese sentido, la misión sostiene que dichos datos “indican la presencia de prácticas represivas recurrentes y similares de un lugar a otro, que manifiestan un patrón común”.
También en el documento se señala que “más allá de los casos más visibilizados, la sistematicidad se revela igualmente en la multiplicación de violaciones a Derechos Humanos de menor connotación, que van instalando gradualmente una lógica antidemocrática. Por otra parte, se constata un fenómeno de retraumatización, al revivirse prácticas heredadas de la dictadura”.
Dentro de las vulneraciones detectadaspor la misión en Chile se enumeran detenciones sin registro, violaciones y vejámenes sexuales (tocaciones, desnudamientos, sentadillas), golpizas a detenidos en furgones de Carabineros y en comisarías, agresiones a personal voluntario de salud, a observadores de DD.HH. y profesionales de medios de comunicación; heridas por perdigones y bombas lacrimógenas; ausencia o negligencia en la aplicación de los protocolos de Carabineros.