Una querella por tráfico de influencias, violación de secretos y obstrucción a la investigación fue presentada por la defensa del fiscal Emiliano Arias. La acción está dirigida contra el persecutor Sergio Moya, el exfiscal Pablo Gómez y todos quienes resulten responsables, entre ellos, el fiscal nacional, Jorge Abbott.
En el texto de la querella se acusa al fiscal nacional Jorge Abbott y a Sergio Moya de mantener conversaciones por WhatsApp con el objetivo de “sacar de órbita de la Fiscalía Regional de O’Higgins causas entre las que se encuentra los abusos sexuales de la Iglesia Católica y la causa seguida en contra de los ministros de la Corte de Apelaciones de Rancagua”.
En la querella se pide que se “formalice y posteriormente acuse a todos los responsables de los referidos ilícitos, procurando obtener, ante el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal correspondiente, la condena de todos los responsables por el máximo de las penas contempladas en la ley, más el pago de las indemnizaciones civiles que procedan y las costas de la causa”.
El abogado de Arias, Marcos Contreras, señaló que le fueron entregadas copias de teléfonos del fiscal adjunto Sergio Moya, por parte de uno de los imputados del caso Huracán.
En las copias habría hallazgos que darían cuenta del conocimiento previo de Jorge Abbott sobre la denuncia que realizaría en los días siguientes el fiscal Moya en contra de Arias, quien en ese tiempo era su superior directo.
Dichos hallazgos demostrarían, además, que Abbott autorizó expresamente al fiscal denunciante a formular públicamente una denuncia en contra del Arias, denuncia que, según éste último, sirvió para fines distintos a los de su función.
Por lo que Emiliano Arias denunció que el propósito último del requerimiento en su contra era sacar de la Fiscalía Regional de O’Higgins ciertas causas que eran investigadas ahí.
(Fuente: Biobiochile y La Nación).
(Foto: Agencia UNO).