Más de dos meses cumple la crisis sanitaria producto de la llegada del Covid-19 al país, y son múltiples los aspectos de nuestra vida que se han visto afectados como consecuencia de la pandemia. Uno de los sectores que se han resentido es la activista comercial y, entre ellos, se cuentan los floricultores de la Región de Valparaíso, que viven el drama de no tener a quién venderle.
De esta forma, ni en los mercados ni en los cementerios pueden comercializar sus flores, y a diario deben arrojar miles a la basura. Este caso extremo lo viven en Longotoma, La Calera, Quillota e Hijuelas.
El pasado lunes 4 de mayo, el Ejecutivo anunció que se abrirían los cementerios, producto de esto los floricultores cortaron sus flores para la venta. Sin embargo, dos días después el Gobierno informó que los camposantos a nivel nacional estarían cerrados, perdiendo así toda su producción.
En el caso de Hijuelas, los Floricultores han perdido el 75% de su producción, son más de 100 familias las que están viviendo una situación dramática, son pequeños emprendedores de la zona que han tenido que botar literalmente su trabajo a la basura, incluso se han visto en la obligación de despedir trabajadores por la falta de recursos.
Ante esta situación, los Cores Cristian Mella y Christian Macaya se encuentran apoyando la solicitudde las familias, quienes proponen que el Gobierno Regional entregue un monto de 500 mil pesos por familia para redestinarlo a la producción. “El Gobierno Regional puede hacer un aporte a los floricultores a través de un programa que financie una pequeña parte de lo que necesiten para poder volver a plantar y tener flores en noviembre, que es una fecha importante para ellos y donde venden gran cantidad por el primero de noviembre.
Eso es un incentivo para que puedan recuperar parte de lo perdido. Ellos nos plantean un
aporte de 500 mil pesos, una sola vez, para que cada familia de floricultures puedan volver a plantar”, afirmó Cristian Mella.
Por su parte, Macaya catalogó el cierre de los cementerios como falta de creatividad y
disposición para analizarlo. Cerrarlos los mató porque es ahí donde concentran la mayor
cantidad de ventas”. Además, informó que son más de 170 familias en el valle de Longotoma afectadas y existe el peligro latente del despido de 90 personas por la crisis que enfrentan”.
Por otra parte, recomendó que “Indap debe presentar un proyecto al Consejo regional, para poder ir enayuda de los Floricultores de la región que se concentran en la provincia de Petorca, Quillota y Aconcagua”.