Alrededor de las 5 de la mañana de este jueves 21 de mayo, el ingeniero Rafael Garay dejó el Anexo Penitenciario Capitan Yaber, en el cual estuvo en los últimos años tras ser condenado por estafas que bordearon en total los $1.300 millones. Lo hizo en completo silencio y una vez que finalizó el toque de queda.
Al salir, lo estaba esperando un automóvil, que se lo llevó raudamente del penal. Y es que la semana pasada la Sala Penal de la Corte Suprema le otorgó en fallo divido la libertad condicional a un año y casi siete meses de su sentencia por estafas reiteradas a 29 personas, revocando la resolución dictada en mayo por la Corte de Apelaciones de Santiago, dejando sin efecto además lo resuelto por la Comisión de Libertad Condicional en abril.
Para ser sacado del penal, el máximo tribunal consideró el informe evacuado por Gendarmería, el cual no alerta de riesgos de reincidencia o factores que le impidan reinsertarse en la sociedad.
Según se lee en el fallo de la Corte Suprema, “el informe psicosocial de Gendarmería de Chile, elaborado en cumplimiento de la normativa legal aplicable, no refiere antecedentes categóricos que orienten sobre factores de riesgo de reincidencia del amparado e impidan reconocer su posibilidad de reinsertarse a la sociedad al momento de postular a libertad condicional conforme lo expresa el Decreto Ley N° 321, en el texto actual de su artículo 2 N° 3, apareciendo de manifiesto que respecto del recurrente se reúnen los requisitos exigidos por el antes citado cuerpo normativo para la concesión de libertad condicional».
Fue el 18 de octubre de 2018, cuando el 2° Tribunal Oral en lo Penal de Santiago comunicó la sentencia de Garay, en la que se le impuso siete años de presidio, fijándose además una multa de 21 UTM, además del pago del daño emergente respecto 18 afectados, y el pago por daño moral a uno de ellos. El 20 de mayo se dio por cumplida la mitad de la condena- a la cual se le abonó el tiempo en prisión preventiva- y el 21 decretó su egreso.
(Fuente: Emol).