Por Isabel Allende Bussi
Senadora por la Región de Valparaíso
La semana pasada se promulgó en el Diario Oficial el decreto que oficializa el Santuario de la Naturaleza de la desembocadura del Río Maipo. Se trata de un gran avance de la protección de un sitio muy rico en biodiversidad y eso merece ser valorado.
Con todo, es necesario expresar que lamentamos que el decreto que oficializa la creación de esa área protegida sea ambiguo en cuanto a qué organismos participarán en la gobernanza del lugar. Creemos que la conservación de nuestro patrimonio ambiental debe ser inclusiva.
Las metodologías más modernas para realizar conservación en conjunto con la comunidad siempre ponen foco en la inclusión de todos los actores relevantes. En este orden, echamos de menos la incorporación en la gobernanza del sitio al Museo de Historia Natural, que tanto ha aportado a la conservación del patrimonio ambiental regional.
Asimismo, también lamentamos que no se haya incluido en el polígonoprotegido a las Lagunas de Llolleo, popularmente conocidas como “Ojos de Mar”, ya que tiene un valor ambiental y cultural importante, además de formar parte del mismo ecosistema que se busca proteger en la desembocadura del Río Maipo. No creemos que tenga sentido fragmentar el territorio a la hora de conservarlo.
Sin embargo, mi malestar es mayor dado que el día el 28 de mayo le envié una carta a la Ministra de Medio Ambiente para pedirle que protegiera las Lagunas de Llolleo. No solamente no hemos recibido respuesta de la carta, sino que además cuando le consulté a la Ministra sobre el tema en las semanas siguientes, evitó referirse a la Laguna de Llolleo y solo se refirió al Santuario que se iba a crear y que no incluía dichos cuerpos de agua. Igualmente, indicó que la carta había sido respondida, pero a la fecha aún no he podido acusar recibo de ella por ningún medio.
Celebro el hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente tenga un Plan de Protección de Humedales y que el 23 de julio se libere el texto del reglamento de la ley de humedales urbanos, de la cual fui coautora.
Creo que el Gobierno debe trabajar para hacer una conservación más efectiva de nuestros humedales, realizar una gobernanza inclusiva y contestar a las legítimas preguntas de la ciudadanía sobre por qué no se protegen las Lagunas de Llolleo frente a los avances del Mega-puerto de San Antonio. Estos humedales también deben ser un tesoro a conservar.