Por Álvaro Inostroza Bidart
Hay individuos desconocidos que por circunstancias de la vida se transforman en héroes, aunque en el mundo del cine se les llama antihéroes, porque no responden a los cánones de que lo que se conoce habitualmente como un héroe, es decir un triunfador o un ganador.
La historia de uno de estos sujetos es lo que da pie a “El Ascenso” (2017), cinta dirigida y escrita por el cineasta francés Ludovic Bernard; y basada libremente en la novela “Un Perdedor sobre el Techo del Mundo” de Nadir Dendoune, el primer franco-argelino, no andinista profesional, en escalar la cima del Everest en 2008.
Para Bernard, de 50 años, este es su primer largometraje, aunque luego vinieron “Misión País vasco” (2017), “La Clase de Piano” (2018) y “10 Días Sin Mamá” (2020), que consolidaron el prestigio que le otorgó su ópera prima. Anteriormente, se había destacado como asistente de dirección de importantes cineastas franceses, como Matthieu Kassovitz, Guillaume Canet y Luc Besson.
En esta cinta, el protagonista, Samy Diakhaté (Ahmed Sylla) es un joven vecino de veintiséis años de los suburbios de Paris, del barrio Saint Denis; que le promete a la mujer que ama, Nadia (Alice Belaidi), que escalará el Everest, de 8 mil 848 metros de altitud, como demostración de lo que siente por ella. La verdad es que nadie le cree mucho, para empezar la propia Nadia. Salvo la radio local, que lo acompañará todo el viaje y que lo hará famoso en el país completo; y un auspiciador de productos deportivos, que en principio tendrá que soportar los retos de sus superiores.
Lo que parte como una simpática comedia se transforma con el correr de los minutos es una cinta de superación y amistad; para lo cual es clave la simpatía y el carisma de Samy, y su voluntad de superación, que enfrenta todas las pruebas imaginables. En el éxito de su objetivo serán claves su guía, Jeff (Nicolas Wanczycki) y Johnny el sherpa (Umesh Tamang), quien prácticamente le enseñará a escalar.
Otro de los logros de la cinta es la recreación de la tremenda dificultad que es ascender a esa altura, con la falta de oxígeno y el frío y la nieve, que lleva a la mayoría a desertar o a tener imprevisibles alucinaciones. Todas estas dificultades son sentidas por el espectador, haciéndonos protagonistas de esta singular y bella travesía.
Vea el tráiler acá: