Uno de los efectos negativos de la pandemia, ha sido el aumento de la delincuencia, sobre todo en comunas de mayor cantidad de habitantes y en los barrios más alejados de los centros urbanos, donde si existe presencia de las fuerzas que controla el toque de queda.
El último grave se registró en el sector de Santa Elena, Valparaíso, donde un comerciante de 61 años falleció luego de intentar repeler un asalto a su minimarket.
Un hecho que preocupa a las autoridades locales, entre ellos a los integrantes de la Comisión de Seguridad del Core, quienes solicitaron una mayor claridad sobre las cifras y generar un plan de seguridad especial para apoyar a los comercios de barrios y cerros.
“Lamentablemente los delincuentes se dieron cuenta que en los pequeños locales, kioscos y emprendimientos de los cerros, existe mucho menor fiscalización y resguardo policial, sobre todo en medio de la pandemia. Y eso es preocupante porque obliga a los locatarios a tener que defenderse solos de ataques o delitos y eso puede causarles la muerte”, sostuvo la consejera regional, María Fernanda González.
A su vez, se solicitó un informe sobre las estadísticas que maneja el Plan STOP de Carabineros y analizar cuál podría ser el apoyo concreto que podría entregar el Consejo Regional (CORE) a la Institución, para poder proteger al comercio de barrio, pues también se está viendo afectado por el narcotráfico y sus consecuencias.
Por último, la Consejera González, llamó al municipio de Valparaíso y al alcalde Sharp a tomar este tema mucho más en serio y coordinar con Carabineros una defensa de los comerciantes en los cerros, los cuales ya han denunciado varios hechos. “En vez de estar peleándose y teniendo arrebatos con sus concejales, debería estar preocupado de este tipo de temas que afectan a los habitantes de Valparaíso todos los días”, puntualizó.