El método Baby Led Weaning, más conocido como “alimentación complementaria dirigida por el bebé”, propone el reemplazo de las papillas por alimentos cocidos sin moler del todo, a fin que sea el bebé el encargado de triturar los alimentos, lo que entregaría beneficios en términos de independencia y control respecto a la saciedad al momento de comer, pero que en su inicio requiere de la completa supervisión de los padres.
La nutricionista de Clínica Los Carrera, Carla Novoa, explicó que el método que incorpora alimentos de manera autónoma y sin moler, podría repercutir de manera positiva en la relación del bebé con la comida, disminuyendo los riesgos de este a padecer enfermedades como la obesidad y aumentar la disposición a probar nuevos alimentos.
Esta técnica – que ha sido implementada en Estados Unidos, Nueva Zelanda, Reino Unido y en especial en los países nórdicos, desde hace un buen tiempo – se focaliza en la etapa de alimentación complementaria, posterior a la alimentación exclusiva vía lactancia. Según Novoa, “esta ayuda a disminuir la presión del bebé a la hora de comer y hace de la alimentación un momento más agradable junto a sus cercanos”.
Pese a que la técnica surgió hace algunos años atrás, la nutricionista afirmó que hasta el momento, en Chile son pocos quienes han incursionado en el Baby Led Weaning, dada la alta demanda de tiempo y atención que requiere el proceso de adaptación a esta forma de alimentación, algo que ha podría cambiar a consecuencia de la pandemia y el mayor tiempo en casa.
La especialista en Baby Led Weaning sostiene que recomienda el método “siempre cuando éste sea implementado con responsabilidad” y explica que consiste en una progresiva interacción de los bebés con alimentos y para aumentar las posibilidades de buenos resultados, recomienda evaluar los avances del bebé respecto al control de su cuerpo y seguir algunas de las siguientes indicaciones:
- Asesorarse con pediatras y nutricionistas antes de iniciar el proceso.Comenzar después de los 6 meses de edad.
- Observar si el bebé puede sentarse solo y sin apoyo, para disminuir las posibilidades de atragantamiento.
- Asegurarse de que perdió el reflejo de extrusión, es decir, que no rechaza los sólidos, un mecanismo de defensa propio de los lactantes.
- Tener buena visibilidad del bebé mientras come.Incorporar un alimento nuevo cada dos o tres días, siempre bajo la supervisión de un adulto.
- Tener en consideración que el objetivo del proceso es desarrollar independencia, por lo que debe ser una alimentación dirigida por el bebé según su capacidad de conectarse con los alimentos en base a su consistencia, color y sabor.
La nutricionista asegura que en esta forma de alimentación hay mayor independencia y que “ayuda a que el bebé aumente el proceso de masticación y coordinación motora, además de mejorar su relación con la comida, puesto que potencia su control del apetito, lo que implica menor riesgo de obesidad, porque al momento de ver los alimentos ellos ven lo que quieren comer“.
La profesional de Clínica Los Carrera, también explicó que si bien este método es muy ventajoso, debe realizarse con precaución, para evitar que éstos tengan una alimentación deficiente, puesto que “al dejarlos en libertad de comer, no comen todo lo que deben consumir, y esto puede incurrir en que no lleven una dieta equilibrada”.
(Foto: BBC Mundo).