Durante esta semana, y en medio de los efectos que deja la segunda ola de contagios que afecta a Europa, las autoridades sanitarias de España confirmaron científicamente el primer caso de una persona que volvió a infectarse de COVID-19. Se trata de una mujer de 57 años que había dado positivo en abril y que luego de cinco meses volvió a contraer la enfermedad e, incluso, con síntomas más graves.
Lo anterior ha llamado la atención de los especialistas, ya que no solo ratifica el hecho de que la inmunidad frente al SARS-COV-2 es limitada. También da cuenta de que hay diferentes cepas de este coronavirus circulando por el mundo, algunas de las cuales generan cuadros más severos que otras.
El infectólogo y director del Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV), Rodrigo Cruz, afirma que lo anterior deja en evidencia un hecho que se viene estudiando desde hace tiempo y que incluso está relacionado directamente con el desarrollo de las distintas vacunas que se han elaborado y que están próximas a ser aplicadas en diferentes países, toda vez que no hay certeza de cuánto tiempo éstas podrían proteger a la población inoculada.
“La reinfección por COVID-19 es una realidad, si bien hasta ahora hay pocos casos efectivamente estudiados y confirmados debido a la dificultad que existe para demostrarse. Pero lo cierto es que epidemiológicamente están ocurriendo. Existen reportes de reinfección en Países Bajos, Estados Unidos y recientemente se ha registrado un caso en España y otro en Ecuador. En Chile, los médicos -y yo en particular- ya hemos visto probables casos de reinfección, lo que corrobora que la inmunidad que produce la infección puede no ser duradera. Este escenario, sin duda, podría tener implicancias críticas para el manejo y control de la pandemia, en especial si en nuestro país debemos enfrentar una segunda ola”, asegura el doctor Cruz.
Tiempo de inmunidad
El primer caso reportado en el mundo de reinfección por SARS‐ CoV‐2 se documentó en agosto pasado en Hong Kong, mediante la secuenciación genética de dos muestras recolectadas por hisopado nasal del mismo paciente con una diferencia de tiempo de 142 días.
El infectólogo de la UV explica que en este caso hubo evidencia de que los genomas virales pertenecían a diferentes linajes (cepas), uno de los cuales fue el que predominantemente circuló durante marzo y abril, mientras que el otro es el que predomina en la actualidad.
“En los primeros casos reportados como reinfección se describió un segundo episodio menos sintomático. Sin embargo, en el caso reportado en Ecuador el segundo episodio tuvo una presentación francamente más severa, como se acaba de informar en España. Esto es muy importante, ya que aquellas personas que ya tuvieron una infección podrían volver a infectarse y eventualmente de forma más grave”, sostiene el director del Centro de Investigación y Diagnóstico de Enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Por tal motivo, aún no existe consenso entre los expertos acerca de la duración de la inmunidad conferida luego de una primera infección y del riesgo consiguiente de contraerla nuevamente. Y tampoco lo hay respecto de la eficacia de las vacunas que se han desarrollado.
“Esto es algo que debemos asumir y por lo tanto seguir tomando todas las precauciones, aun cuando hubiéramos cursado con una infección demostrada. El tiempo de reinfección depende de cada paciente, pero en general se produce después de cuatro meses, tiempo que también se cree, en principio, darían las vacunas”, concluye el infectólogo Rodrigo Cruz.