Según cifras que maneja el Ministerio de Salud, el 84% de las muertes por COVID 19 en Chile corresponden a personas mayores de 60 años. Ellos fueron el primer foco de atención para las autoridades sanitarias apenas se conocieron los brotes. A nueve meses de aquello, las comisiones unidas de Salud y Futuro se reunieron con expertos para analizar en qué está este segmento de la población.
En la instancia, los senadores Carolina Goic, Guido Girardi y Juan Antonio Coloma conversaron telemáticamente con los integrantes el Consejo Asesor del Minsal por COVID-19: la experta en salud pública, Ximena Aguilera; la directora del Programa de Magíster en Epidemiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica, Catterina Ferrecio; el jefe de Control de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud del Minsal, Fernando Otaiza.
También intervinieron de la sesión el director nacional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Octavio Vergara; el director social del Hogar de Cristo, Pablo Egenau; la directora de Rostros Nuevos del Hogar de Cristo, María Isabel Robles; la vicedecana de investigación de la Universidad de Los Andes, María Teresa Valenzuela; el miembro de la Sociedad Chilena de Infectología (SOCHINF), Jaime Labarca; y la presidenta del Colegio Médico, Iskia Siches.
Todos coincidieron en que los mayores de 60 años deben seguir siendo un grupo prioritario, de allí que celebraran que se les esté considerando en la primera etapa de vacunación. A su vez, se analizaron los episodios de contagio más emblemáticos, la precaria situación sicólogica del personal que cuida de estas personas y la necesidad de consolidar redes de apoyo con la Atención Primaria de Salud (APS).
El director del SENAMA, Octavio Vergara explicó las múltiples gestiones que realizó el organismo para apoyar a personas institucionalizadas y las que no, considerando la vacunación contra la influenza, las residencias sanitarias, el testeo, la trazabilidad, el acompañamiento, tips de autocuidado (ejercicios de memoria y actividad física), la contención sicológica, la gestión de caso social y el apoyo en los casos de abuso.
Pablo Egenau celebró que se vaya a priorizar al personal en la red de servicios “calle” (adultos mayores, discapacitados, personas con enfermedades crónicas, niños abandonados, adultos vulnerables, etc.) en el programa de vacunación COVID 19. En la misma línea, María Isabel Robles demandó programas de salud mental orientados a los equipos de trabajo que se encuentran altamente desgastados (en este caso, dedicados al cuidado de personas con capacidades diferentes).
Por su parte, María Teresa Valenzuela describió casos que se presentan en centros diurnos y el traspaso que se hace a la atención primaria que no siempre es todo lo rápido que se quisiera. De una opinión similar fue el Jaime Labarca que ha tenido experiencia en albergues sanitarios y en Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM).
Ximena Aguilera enfatizó que la edad es un factor de riesgo, “ahora si tenemos además una enfermedad crónica, este riesgo es aún mayor (…) Ahora hemos sido enfáticos en señala que el personal de salud y los adultos mayores deben ser la prioridad a la hora de vacunar. Como Consejo Asesor lo hemos hecho ver e insisto en que hay que ser disciplinados en cuanto a la información y expectativas”.
(Fuente: Senado).