De acuerdo a lo informado por las autoridades de la zona, la Región de Valparaíso superó este viernes la barrera de los 1.000 casos activos COVID-19. La mayor parte de estos contagios están asociados a fiestas clandestinas, situación que pone en peligro la relación de los tradicionales shows pirotécnicos en el litoral.
Las autoridades regionales y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, han comprometido que habrá fuegos artificiales para fin de año, pero con medidas sanitarias tendientes a evitar aglomneraciones, así como un cordón sanitario que se instalará a las 18:00 horas del 30 de diciembre para evitar la llegada de santiaguinos.
En ese sentido, el intendente Jorge Martínez alertó que «desgraciadamente el número de casos activos en la región supera los 1.000, y lo peor de todo es que la mitad corresponden a Valparaíso y Viña del Mar, tanto es así que dependiendo de la situación del área metropolitana el próximo lunes o martes, y de cómo sigamos evolucionando con los indicadores, incluso puede depender de la realización de los fuegos artificiales de fin de año».
La autoridad regional entatizó que el aumento de los contagios se debe a la irresponsabilidad de la población. «En los carretes familiares, en las fiestas clandestinas, se sacan la mascarilla, se ponen a tomar, vuelven a sus hogares y contagian a los adultos mayores, que son los que caen, son hospitalizados y muchas veces mueren».
Como consecuencia de lo anterior, también está en riesgo un posible retroceso de comunas como Valparaíso y Viña del Mar, actualmente en la fase 3 -preparación- del «Paso a paso».
De acuerdo a información entregada desde la Seremi de Salud, cerca del 70 % de los brotes asociados en la región están asociados a fiestas clandestinas o reuniones familiares.
Cabe recordar que se acaba de poner a disposición de la población de la región el número telefónico +56939565089, para denunciar situaciones contrarias a las disposiciones sanitarias.
(Fuente: Cooperativa).