En enero de 2021 miles de estudiantes de todo el país deberán rendir por primera vez la Prueba de Transición Universitaria (PDT). Varios factores -entre los que destaca lo novedoso de la prueba y el contexto de crisis por COVID-19- hace que quienes deban rendirla estén enfrentando intensos períodos de ansiedad y confusión. Si tú o alguna persona cercana se encuentran en esta situación te recomendamos que leas las siguientes recomendaciones de los psicólogos Cristóbal Guerra Vio y Jade Ortiz Barrera, ambos académicos de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás.
1. Infórmate: Este año –por razones sanitarias- se han tomado una serie de medidas para garantizar la seguridad de quienes rinden la prueba. Revisa esas medidas, averigua antes en qué lugar y en qué fecha te toca rendir la prueba. Te sugerimos visitar la página del DEMRE: https://demre.cl/
2. Lleva todo lo necesario: Las autoridades han señalado que es necesario que lleves contigo una mascarilla (si es posible llevar algunas de repuesto), alcohol gel, tu documentación para rendir la prueba y – por supuesto- tu propio lápiz y goma de borrar.
3. Los días antes de la prueba: preocúpate de descansar, dormir bien. Puedes hacer actividad física moderada, pero ten cuidado con la sobre exigencia.
4. El día de la prueba: Llega temprano para que tengas tiempo de adecuarte al lugar. Asegúrate de haber satisfecho tus necesidades básicas (comer, hidratarte, ir al baño) de forma que no te desconcentres durante la rendición.
5. Durante la prueba: Trata de relajarte y planifica cómo vas a responder las preguntas (considera que tendrás un tiempo limitado). Algunos prefieren responder las preguntas más fáciles primero, otros prefieren respetar el orden de la prueba. Elige previamente cuál va a ser tu estrategia, no lo dejes para el último momento.
6. Después de la prueba: Trata de relajarte un poco. Ha sido un año difícil para todos. Si no tuviste el desempeño que esperabas, trata de no quedarte en el autocastigo y ponte nuevas metas para el 2021.
7. La mejor forma de desempeñarse es durmiendo bien al menos los dos días antes. Con esto permites que tu cerebro descanse y pueda luego poner al día su concentración.
8. Frente a una pregunta compleja, no te quedes “pegado” con la sensación de “no puedo”; al contrario, continúa respondiendo lo que sabes y estás seguro. Y luego retoma las que se te dificultaron más. Si te quedas en la que te cuesta no sólo pierdes tiempo, sino que aumentas la sensación de ansiedad y puedes bloquearte.
9. Una buena estrategia para algunas personas es visualizarse en el lugar y verse respondiendo la prueba y salir de ella con una sonrisa. Esto alivia la meta.
10. No te preocupes por todas las pruebas a rendir. Concéntrate en la que tienes por delante. De lo contrario pueden asaltarte pensamientos negativos o anticipatorios que no facilitan desarrollar la tarea actual y divides la atención bajando tu concentración. Cómo dicen por ahí “De una a la vez”.
11. Finalmente, un ejercicio que le sirve a algunas personas es visualizar el momento de entrega de la prueba y ponerle un color alegre en la imaginación, imaginar que te invita a jugar y a probar lo que sabes.
12. Y recuerda, si bien ha sido un año difícil, esta prueba es un paso más y no determina tu vida. La vida se construye de pequeños pasos, sorteando los momentos complejos, de a poco. Y si nos equivocamos lo volvemos a intentar.
Respiración y pensamientos positivos
a. Como la ansiedad tiene un patrón de respiración rápida, cuando notes que te estas acelerando, para y envía tu respiración de forma lenta a tu estómago. Así evitarás que se congestione tu pecho y sientas que te estás ahogando.
b. Puedes tapar uno de los orificios de la nariz e inspirar y expirar por el otro 3 a 4 veces calmadamente. Luego haces lo mismo con el otro orificio. Este ejercicio antes y durante la prueba te ayudará a calmar la ansiedad y aumentar tu concentración.
c. Si notas que los pensamientos te están jugando una mala pasada, puedes usar las siguientes técnicas:
I. Nombra 5 a 10 cosas que estés viendo en ese instante. Vuelve a nombrarlas, pero más despacio. Luego vuelve a nombrarlas más despacio y detállalas. Puedes hacer este ejercicio cuantas veces sea necesario y combinar con los ejercicios de respiración.
II. Puedes estos días preparar una frase que detenga pensamientos negativos y practicarla para el día de la prueba. Ejemplo “stop”, “esto no me define como persona”, “yo soy importante”, “esta es una batalla no una guerra”, “esto no me la va a ganar”, “esto es lo que puedo”, “confío en mi”, “la suerte está echada”, etcétera.
III. Prepara estos días un recuerdo, una imagen de un lugar y momento de relajo que hayas vivido. Piensa en ella por 2 minutos. Y cada vez que te veas aumentando la ansiedad evoca esa imagen e intenta quedarte en ella.