Después de nueve días de intensa búsqueda, la tarde de este viernes se confirmó el hallazgo del cadáver del pequeño Tomás Bravo Gutiérrez, de tres años y siete meses. Además, esto derivó en la detención de su tío abuelo Jorge Eduardo Escobar Escobar, la última persona que lo vio con vida.
El niño se extravió el miércoles de la semana pasada, luego de que – según indicó el tío abuelo, fuera junto a él a arrear algunas vacas en el sector Caripilún, en Arauco, Región del Biobío.
Tras el hallazgo del cuerpo a dos kilómetros del lugar donde se vio por última vez al niño, el fiscal de Arauco, José Ortiz, informó: «Gracias al trabajo que se realizó por las policías, por los bomberos, de manera mancomunada, se logró encontrar el cuerpo de Tomasito».
Ortiz añadió que si bien la autopsia se realizará en las próximas horas, el cadáver «coincide absolutamente en sus características físicas, morfológicas y en sus ropas» con las de Tomás.
El persecutor agregó que ya se dio una orden de detención -la cual ya se concretó- en contra de Jorge Eduardo Escobar Escobar, quien preliminarmente es sospechoso del delito de homicidio simple. Asimismo, se indagará si el niño fue víctima de violencia sexual.
Frente a los medios de comunicación apostados en la zona, el persecutor indicó que el cuerpo -con una aparente data de muerte «de varios días»- fue encontrado «al costado de un camino interior de campo, entre medio de la vegetación».
Ortiz añadió que «no estaba escondido, no estaba enterrado», pero sí había rastros de sangre y signos de un intento de excavar en los alrededores.