La pandemia sigue presente, pero los números en los últimos días en Chile no han superado las altas cifras de la semana anterior. “Todo indica que ya pasamos el peak de esta segunda gran ola de la pandemia pero, debido a la gran movilidad de personas, los contagios están bajando más lento de lo que la autoridad sanitaria pensaba y de lo que todos queremos. Hasta ahora la situación parece ser auspiciosa, pero conlleva un riesgo implícito que todavía no se puede descartar: que el número de casos diarios a nivel nacional se estabilice en torno a los seis mil y tengamos que enfrentar entonces una suerte de meseta con un umbral muy alto”, afirma el médico infectólogo y director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas (CDIEI) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Cruz.
De acuerdo a las cifras dadas a conocer por el Ministerio de Salud, en los últimos siete días, y a pesar de que el 90% de la población se encuentra en cuarentena, el promedio de casos confirmados de COVID-19 en el país fue de 6.789, cifra inferior en apenas un 4% respecto al promedio registrado la semana inmediatamente anterior, que fue de 7.077 casos.
Para el doctor Cruz, lo anterior confirma que la baja de los contagios está siendo mucho más lenta que durante la primera ola, lo que en su opinión -sin embargo- no implica que estos vuelvan a subir.
“No creo que sigamos subiendo, todo indica que ya pasamos el peak. Pero la bajada se ralentizó, está siendo más lenta de lo que la autoridad sanitaria pensaba y de lo que todos queremos. Lo que hoy se observa es un alto número de contagios nuevos diarios, que probablemente seguirán fluctuando entre los 6 mil y los 7 mil casos por al menos un par de semanas más. Este panorama conlleva un riesgo implícito que todavía no se puede descartar: la posibilidad de que pasado el peak entremos en una “meseta” de contagios, porque eso significaría enfrentar un número permanente de casos diarios en un umbral muy elevado, cuyas consecuencias serían extremadamente negativas, ya que entre otras cosas esto mantendría bajo un gran estrés y exigencia al sistema de salud”, precisa el director del CDIEI-UV.
Para Cruz, lo que explica esta situación es la gran movilidad de personas, que todavía sigue siendo muy alta en varias comunas a pesar de los confinamientos y las restricciones.
“Son varios los estudios que demuestran que las cuarentenas han perdido eficacia y que al ser prolongadas no se respetan. De hecho, menos de un tercio de la población adhiere hoy a ellas. Creo que lo mejor es comenzar a desescalarlas de a poco, pero una vez que las cifras a la baja se consoliden un poco más. Solo después de eso, en unos quince días más, sería oportuno comenzar a levantar las cuarentenas en algunas comunas y localidades o modificarlas en el sentido de establecer restricciones más precisas en torno a lugares que se sabe son más propicios para generar aglomeraciones”, plantea el médico infectólogo.
Situación en la Región de Valparaíso
Estos planteamientos son válidos también para la Región de Valparaíso, según se desprende del último informe del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas (CDIEI) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Este señala que entre el lunes 12 y el domingo 18 de abril los casos de nuevos contagios confirmados de COVID-19 sumaron 4.518. Esta cifra es un 6,9% menor a la registrada la semana del lunes 5 al domingo 11 de abril, cuando totalizaron 4.854. A nivel nacional, en igual período, los casos también bajaron: de 49.540 a 47.524 casos, caída que representa un 4,07%.
Algo similar ocurrió con los casos activos confirmados, ya que a nivel regional estos bajaron en un 3,4% en la última semana, al pasar de los 4.561 registrados el domingo 11 a los 4.406 del domingo 18.
“Comparadas las cifras de nuevos contagios y de casos activos de la semana pasada con la inmediatamente anterior, en ambos indicadores se observa una evolución muy similar, manteniéndose en torno a los 4.500”, acota Rodrigo Cruz.
El médico infectólogo de la UV explica que esto última guarda relación con los problemas que siguen presentando los procesos de testeo y trazabilidad, que a su vez redundan en el hecho de que la positividad siga siendo todavía extremadamente alta. Ello aun cuando en la última semana ésta bajó seis puntos porcentuales, del 20% al 14%, según se desprende del análisis de las 908 muestras que procesó el Laboratorio de Biología Molecular del CDIEI-UV, derivadas principalmente del Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota.
En efecto, la tasa de positividad regional es casi cinco veces superior a la del 3% recomendada para mantener a raya a la pandemia. La nacional, en tanto, borda en promedio el 10%.
En cuanto a la evolución de los activos, se tiene que todas las comunas del Gran Valparaíso registraron un alza: Valparaíso un 2,3%, Viña del Mar un 12,6% (siendo hoy la comuna con más casos a nivel regional y la tercera a nivel nacional), Quilpué un 10%, Viña Alemana un 7% y Concón un 12,2%. En las capitales provinciales de mayor población situadas en el interior, la situación fue inversa, ya que todas experimentaron una baja: Quillota de -0,9%, San Felipe de -3,4%, Los Andes de -10,9% y San Antonio de -6,5%.
En conclusión, pese a las cuarentenas, la pandemia se ha mantenido estable en los últimos siete días en la Región. Si bien se observa una leve disminución de los nuevos contagios y casos activos confirmados, todavía hay focos de probables infectados capaces de contagiar en las comunas del Gran Valparaíso y otras más pequeñas del interior. Esto, sumado al testeo y la trazabilidad insuficientes, ha impedido que el descenso sea más pronunciado.