Mientras no se haga un detallado registro sobre el estado de conservación de los inmuebles patrimoniales en Valparaíso será imposible avanzar en la recuperación y preservación de los edificios y espacios públicos, con especial atención a escaleras, miradores, muros de contención e infraestructura de servicios.
Así lo afirmó el arquitecto especialista en Patrimonio, doctor Marco Muñoz del Campo, académico de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), a propósito del reciente desplome de la fachada del Bar Inglés, uno de los locales más tradicionales de la ciudad puerto.
El especialista recordó que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), entre otros puntos, recomendó a Chile en 2003 elaborar inventarios y proteger las infraestructuras, lo que no se ha abordado debidamente, con las consecuencias que, actualmente, la infraestructura protegida está sufriendo.
¿Qué tenemos?
“Es grave que aún no sepamos con qué contamos. No hemos avanzado lo suficiente en una de las recomendaciones fundamentales recibidas junto al dictamen de inscripción, como es la de registrar, inventariar y catalogar adecuadamente el patrimonio cultural con el que contamos. Tarea que, por cierto, no consiste tan solo en acumular fichas técnicas que atiendan únicamente a aspectos arquitectónicos, para ser alojadas en un archivo institucional. Este debe ser significado, divulgado y sistematizado”, dice el académico.
Agrega que solo así se logrará proporcionar contenido e implementar metodologías para una adecuada planificación y elaboración de instrumentos normativos, planes de manejo, de gestión de conservación y de regulación del desarrollo urbano; temas fundamentales para velar y garantizar, no tan solo la adecuada gestión del Sitio inscrito, sino además y por sobre todo, la seguridad pública.
Estado ausente
Enfatiza, además, que el Estado no da muestras de asumir la responsabilidad sobre la tutela del sitio inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, lo que ha generado un proceso de decadencia y deterioro la ciudad de Valparaíso. Es lo que ocurrió, por ejemplo, con el reciente desplome de la fachada del Bar Inglés, uno de los locales más tradicionales de la ciudad puerto.
Incluso, Muñoz fue más allá y acusa una falta de definiciones en el ámbito de las responsabilidades frente a la gestión integral que, a casi dos décadas, el Estado chileno no ha resuelto. A lo anterior -sostiene- se suma la evidente descoordinación entre distintos actores que se culpan mutuamente sobre quién y cómo responder a las necesidades de mantención de los edificios de carácter patrimonial.
“El Estado no da muestras de asumir la responsabilidad que le cabe en la tutela del sitio patrimonial inscrito y tampoco del evidente estancamiento de la inversión que tienen a la ciudad en estas condiciones. Día a día, crece el número de edificios abandonados a su suerte y expuestos a ser ocupados de manera irregular o fragmentados para ser arrendados por pieza. Esto ocurre, muchas veces, superando significativamente su capacidad de carga, con los consiguientes riesgos de colapso, incendio y evidente deterioro”, sostuvo el especialista, quien reitera que el compromiso de preservar el bien inscrito en la lista ante la UNESCO la asumió el Estado de Chile.