Bajar la guardia no es opción. A quince meses de iniciada la pandemia, la única lección es que el virus continúa entre nosotros: distinto y contagioso en las variantes, agazapado en sus prolongadas secuelas y, en muchos rincones del planeta, tan fuerte y mortal como en los primeros brotes.
Con más de 500.000 fallecimientos en el registro oficial, Brasil se ha convertido en el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo. Esta cifra significa que el 13 por ciento de las fatalidades causadas por la pandemia a nivel global han ocurrido en un país donde vive apenas el 2,7% de los habitantes del planeta. Y la situación parece estar empeorando. Estados Unidos envió al país sudamericano tres millones de dosis de la vacuna Johnson & Johnson esta semana y planea completar un envío de 80 millones de dosis a fin de mes.
En Baréin, Chile y Mongolia, donde más del 50% de la población ya fue inoculada, se ha registrado un alza en los contagios. Estos países han recurrido sobre todo a las vacunas producidas en China y los brotes generan preocupaciones sobre su eficacia.
India también enfrenta una epidemia, fruto de la desesperación de los médicos por salvarle la vida a las personas contagiadas con el virus. En el país se han registrado más de 30.000 casos de mucormicosis, una enfermedad fúngica mal conocida como ‘hongo negro’ y que podría haber sido causada por el uso de esteroides en pacientes graves con COVID-19.
En la Unión Europea se espera que la variante Delta, altamente transmisible, represente el 90% de los casos de covid registrados ahí, según funcionarios de salud. En Estados Unidos el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno, dijo esta semana que la Delta es “la mayor amenaza” en el país para erradicar el COVID-19. La buena noticia, dijo Fauci, es que la vacunación sigue siendo la mejor forma de aplastar el brote y frenar el avance de las variantes.
Aunque Estados Unidos probablemente no logre la meta del gobierno de Biden de vacunar al 70% de la población para las fiestas patrias del 4 de julio (el 45% de estadounidenses tiene esquema completo de vacunación), hay avances positivos.
(Fuente: www.nytimes.com/es).