Con el 90 % de su infraestructura acondicionada para el desplazamiento de adultos mayores y personas con discapacidad, el Santuario de la Naturaleza Laguna El Peral, de El Tabo, cumplió este sábado 46 años de existencia.
Este apacible entorno protegido posee una superficie de 25 hectáreas de extensión, donde es posible apreciar, gratuitamente, a más de un centenar de especies de aves. Todo un panorama para los amantes de la ornitología y la contemplación de nuestro patrimonio natural.
Según explicó el director regional de Conaf, Sandro Bruzzone, “la laguna adquirió la condición de santuario de la naturaleza el 31 de julio de 1975, a través del Decreto Supremo N°631, del Ministerio de Educación. Y, desde el año 1984, la corporación está encargada de su administración como sitio complementario del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado”.
Bruzzone añadió que “dada la reciente reapertura, el martes 20 de julio pasado, queremos invitar a la comunidad a conocer y cuidar este humedal urbano, valioso no sólo por su belleza paisajística y rica biodiversidad, sino que también por su historia, ya que en sus demarcaciones se han descubierto vestigios de las culturas prehispánicas Llolleo, Aconcagua y Bato”.
Por su parte, el administrador del lugar, Ignacio Miranda, sostuvo que “el 90% de esta unidad está habilitada para personas con movilidad reducida, háblese en sillas de ruedas o con bastones. Pueden recorrer un sendero de 600 metros, en el cual hay diez miradores, donde pueden observar a 106 especies de aves, destacando el cisne de cuello negro, el cine coscoroba y más de diez tipos de patos”.
En tanto, la visitante Yasna Compagnoni, oriunda de la Región Metropolitana, destacó la belleza del santuario de la naturaleza y, en esa línea, llamó a su protección. “Son espacios naturales que te invitan a poder observar y valorar todo lo que es el ecosistema, y a tratar de tomar conciencia de lo que es el cuidado del planeta. Es importante tener lugares así, como estos, y que estén protegidos por guardaparques y también por las personas en general”, afirmó.
Funcionamiento
Después de cinco meses de restricción debido a la pandemia y resoluciones administrativas, el entorno protegido volvió a operar de martes a domingo, en dos horarios, de 9.00 a 12.00 y de 14.00 a 16.00 horas, considerando una estadía de 60 minutos y la atención de grupos de hasta 40 personas durante este lapso de tiempo.
Como parte de los protocolos sanitarios, al igual que en el resto de las áreas silvestres protegidas de la Región de Valparaíso, los usuarios deberán controlar su temperatura en el ingreso, desinfectar su calzado, transitar con mascarillas, y respetar los aforos y la permanencia máxima en miradores y otros espacios de uso público.