Por Lorna Gajardo
Académica de la Carrera de Enfermería
UDLA Sede Viña del Mar
Otorgar un trato humanizado a los usuarios, es uno de los grandes y permanentes desafíos en salud. Pese a que este concepto se establece en la Ley N° 20.584, que regula los Derechos y Deberes de los Pacientes, urge seguir avanzando en la materia, pues el ser humano no es un cuerpo separado de mente y espíritu, tal como menciona la teorista chilena Inés Astorquiza, y su salud depende del equilibrio entre las necesidades biológicas, psicológicas y sociales.
En esta línea, un grupo de parlamentarios ha liderado una iniciativa denominada «Ley Mila» para garantizar el acompañamiento de niños y adolescentes hospitalizados como un derecho, procurando que en los centros de salud se dispongan de todas las condiciones necesarias para que padres y cuidadores puedan acompañarlos de manera segura y respetuosa.
Es fundamental destacar los beneficios que tiene para una persona el acompañamiento de un familiar cercano y de confianza en momentos de incertidumbre y preocupación como, por ejemplo, en una hospitalización, donde el estrés en el paciente, puede conducir a una depresión del sistema inmune, trastornos del sueño, problemas digestivos, entre otros. Por el contrario, generar un estado de bienestar y armonía mejora las defensas, favorece el descanso y reposo, beneficiando la recuperación.
Como enfermera, y también como madre, he visto el impacto positivo de mantener el vínculo permanente de los pacientes con sus seres queridos, en especial cuando se trata de niños y adolescentes, creando un ambiente seguro y de confianza, que favorece la mejoría.
Una familia sana es la base de un paciente sano, por lo que considero que esta iniciativa legislativa, que está a un paso de convertirse en ley, es muy positiva para avanzar hacia el trato humanizado en salud.