El expresidente chileno Ricardo Lagos, junto a otros tres mandatarios de Latinoamérica y el secretario general de IDEA Internacional, firmaron una declaración conjunta denominada “Impidamos a Ortega consolidar su dictadura”, luego de considerar que las elecciones generales en Nicaragua han agudizado la crisis notoriamente en ese país.
Además de Ricardo Lagos, presidente de Chile entre 2000 y 2006, firmaron la declaración: Fernando Henrique Cardoso, presidente de Brasil 1995-2003; Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica 2010-2014; Juan Manuel Santos, presidente de Colombia 2010-2018 y Kevin Casas Zamora, secretario general de IDEA Internacional.
En el escrito expresaron que la jornada electoral ha sido marcada por la “violación de los derechos ciudadanos para elegir de manera libre y democrática a sus autoridades. Lo ocurrido es grave tanto para el futuro del pueblo nicaragüense como para el resto de América Latina”.
Asimismo, señalan que el resultado fue el esperado: “la reelección ilegítima de Daniel Ortega para un cuarto mandato consecutivo y su intención de perpetuarse de manera indefinida en el poder. Todo ello junto a la elección rigurosamente controlada de la vicepresidenta, los 90 miembros de la Asamblea Nacional y veinte diputados al Parlamento Centroamericano”.
De igual forma, en la declaración plantean una ruta a seguir ante estos comicios:
«Profundizar el aislamiento internacional del régimen, incluida la suspensión de Nicaragua de la OEA vía la aplicación del artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana».
«Hacer un llamado a todos los gobiernos de la región para que asuman la gravedad de estos hechos e instruyan a sus Cancilleres en colocar la situación de Nicaragua como tema prioritario en la próxima Asamblea General de la OEA».
«Exigir la inmediata liberación de todos los presos políticos, la plena vigencia de los derechos humanos, el cese del estado policial, el restablecimiento del orden constitucional y la urgente reapertura de un proceso de negociación para buscar una salida pacífica a la crisis».
«Suspender todos los programas o negociaciones en instituciones financieras internacionales y regionales en tanto las condiciones mínimas de vigencia de la institucionalidad democrática no retornen a Nicaragua».
La declaración: