En plena crisis sanitaria, los profesionales del área de la Psicología también han desempeñado un rol fundamental en el manejo de los efectos de la pandemia. De hecho, según un reciente estudio colaborativo de la Asociación Chile de Seguridad y la Pontificia Universidad Católica, la sintomatología asociada a patologías de índole mental ha aumentado un 32,8%.
En esa línea, la psicóloga de Clínica Tarapacá, Bruny Troncoso Lagos, enfatizó que frente a los nuevos desafíos que significó la pandemia “había que analizar rápidamente este nuevo e inesperado escenario que había traído muchos inconvenientes de vida cotidiana y principalmente cambios que muchas personas no logran asumir fácilmente”, tales como, el encierro obligado, el distanciamiento social, el uso de mascarillas, “el miedo al contagio, el miedo a perder familiares y seres queridos en muy pocos días”.
La Psicología en pandemia
Tomando en cuenta lo anterior, la experta indicó que la pandemia se ha visto reflejada en un aumento en la demanda por consultas psicológicas, y agregó que “los psicólogos nos vimos en la obligación de enfrentarnos a situaciones nunca antes vistas, lo que implicó transformar las atenciones en verdaderos desafíos profesionales ante un mal mundial que nadie sabía si terminaría hasta con todos nosotros”.
La asistencia a sesiones psicoterapéuticas, según expresó la psicóloga, brinda un espacio para que los pacientes logren desahogarse y canalizar toda esa carga emocional que muchas veces no pueden o no encuentran el contexto para expresar y así lograr un alivio sintomático o que estos no aumenten pues “muchas veces los pacientes no dimensionan el nivel de desarrollo que tienen y deben ser alertados por una adecuada evaluación y acompañamiento”.
Según la psicóloga de Clínica Tarapacá, el segmento más afectado por la pandemia han sido los niños y adultos mayores, además de “aquellas personas que perdieron su fuente laboral, perdieron sus ingresos y principalmente aquellos que perdieron familiares”, dado que esto provocó “un impacto en la rapidez de los hechos y el encierro que debían cumplir no pudiendo asistir ni siquiera a sus funerales”
“Los niños, al estar en formación, están identificando, comprendiendo y experimentando de a poco con sus emociones, por lo que les cuesta mucho a sus padres o cuidadores el poder lidiar con las sintomatologías que puedan emerger”, señaló la especialista en salud mental. En tanto, los adultos mayores se sienten vulnerables y muchas veces solos, por lo que les podría costar bastante el asimilar, o afrontar experiencias que puedan afectar su salud o que comprometan su bienestar físico o mental.
¿Cuándo intervenir?
La profesional de Clínica Tarapacá también se refirió a la mejor forma de realizar una intervención oportuna y afirmó que esta se encuentra asociada a estar atentos a las señales que indican un deterioro en nuestra salud mental y entregó los siguientes signos de alerta:
Inestabilidad emocional
Estados de angustia y/o ansiedad persistentes
Ánimo disfórico
Alteración del apetito
Cese del disfrute de actividades que brindaban placer
Alteración en la higiene del sueño
Cansancio inusual persistente
Aumento del consumo de alcohol y drogas
Pensamientos suicidas, entre otros.
Por último, la psicóloga de Clínica Tarapacá, Bruny Troncoso, destacó la importancia de recibir un tratamiento adecuado a fin de lograr un entendimiento de los conflictos por los que se transita. Pues, “El construir herramientas, sugerir estrategias y planificar los cambios necesarios para la solución de los problemas que puedan tener las personas”.