El candidato presidencial se encuentra en la cuenta regresiva del camino que lo llevó hasta las urnas como una de las dos cartas preferidas para liderar el país en los próximos cuatro años. Reflexionó desde sus esfuerzos, hasta su relación con las regiones.
Por Francisca Palma Schiller
Este fin de semana seremos espectadores de, quizás, las elecciones más controversiales del último tiempo, cuando dos potentes cartas, de liderazgos y pensamientos completamente opuestos, se verán las caras este domingo 19 de diciembre, cuando en las urnas la población chilena decidirá quién liderará país por los próximos cuatro años.
Así, con 35 años de edad, magallánico de corazón y reconocido diputado por su distrito, Gabriel Boric se transformó en uno de los favoritos a la hora de pensar en un mejor futuro para Chile, sobre todo en materia de demandas sociales. Hoy, a menos de una semana de la elección más importante de su vida, la carta de Convergencia Social reveló cómo se está preparando en estos días previos, como también cuáles son sus expectativas. “Estamos seguros que el nuestro será un gobierno en el que podamos realizar los cambios que las mayorías necesitan en un ambiente de paz y estabilidad”, subrayó.
– ¿Cómo evalúa el panorama general de esta recta final a la segunda vuelta?
«En esta segunda vuelta hay mucho en juego. Tenemos la tarea de ser responsables y unirnos todas y todos quienes queremos cambios en Chile y no queremos otros cuatro años de endurecimiento de las recetas que ya fracasaron con Sebastián Piñera, que es lo que propone Kast, con el resultado obvio de una crisis que sería muy dura para nuestro país. La primera vuelta nos demostró que hubo lugares a donde no pudimos llegar con suficiente fuerza, áreas donde nuestra propuesta no llegó con claridad y en las que la gente sintió que no dábamos respuesta a sus necesidades. Ejemplo de esos lugares son, especialmente, las áreas rurales y las zonas del norte de Chile, zonas en las que hemos puesto especial atención para comunicar nuestro mensaje y que las personas nos perciban como una alternativa real de gobierno”.
– ¿Cómo ha sido su relación con las regiones, como Valparaíso, por ejemplo?
«Yo vengo de Magallanes y por eso conozco la complejidad de vivir en regiones. Y uno de nuestros ejes durante toda la campaña ha sido viajar a cada rincón de Chile, salir de Santiago porque la voz de las regiones es vital para construir el Chile que queremos. He tenido la oportunidad de venir muchas veces a la Región de Valparaíso. De hecho, durante los últimos ocho años he pasado más tiempo en Valparaíso que en Magallanes. Pero además, y no sólo en esta campaña, he recorrido diferentes lugares donde la gente me ha expuesto sus problemas -que son muy diversos- para una región tan grande como ésta: desde el acceso al agua del que carecen miles de familias hasta los desafíos de conectividad, de empleo, acceso a la salud, control de la delincuencia y el narcotráfico, la protección y desarrollo de la actividad pesquera, los problemas de contaminación y el tremendo déficit de vivienda».
– ¿Cuáles son sus expectativas para este 19 de diciembre?
«Este camino fue largo, comenzó con una recolección de firmas en la que nadie creía. Después participamos de una primaria en la que partimos desde muy abajo, pero se fueron sumando más de un millón de chilenas y chilenos que confiaron en nuestra propuesta de un nuevo Chile del que todos seamos parte. Este 19 de diciembre se decidirá el desenlace final de este largo viaje. Ha sido esperanzador ver cómo se nos ha unido cada vez más gente, porque muchos somos los que queremos un cambio para vivir mejor”.
-En el caso de llegar a La Moneda, ¿gobernará con rostros emblemáticos de la izquierda que puedan aportar a su proyecto?
«Personalmente me llena de alegría recibir este apoyo de representantes de una tradición democrática, transformadora, que hunde sus raíces en lo más profundo de nuestra historia, y que fue protagonista de grandes avances sociales. Y lo valoro profundamente, porque ninguno de estos apoyos ha sido con exigencias de ningún tipo».
En esa línea, el candidato de Aprueba Dignidad añadió finalmente que “ahora bien, lo cierto es que nosotros somos un proyecto colectivo que necesita sumar, porque para hacer viables los cambios es necesaria la mayor amplitud posible. Así fue cuando Chile se unió para decirle No a Pinochet o cuando decidimos avanzar con el apruebo a la nueva Constitución. En la unión está la verdadera fuerza, porque cuando nos juntamos y sacamos lo mejor de cada uno es cuando conseguimos avanzar hacia un Chile donde todos podamos vivir mejor».