Por Silvio Becerra Fuica
Profesor de Filosofía y cartógrafo naval
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), desde su creación, como Oficina Hidrográfica de la Armada en 1874, bajo la dirección del insigne oficial de marina, don Francisco Vidal Gormaz, siempre tuvo bajo su responsabilidad, la edición de numerosas publicaciones oficiales, que tenían como finalidad, informar permanentemente, a la superioridad de la Armada, al presidente de la república y al país, acerca de todas las actividades realizadas, que tienen que ver con el ámbito de lo marítimo, contándose entre estas, las relacionadas con las surgentes actividades, hidrográficas, cartográficas y de levantamientos hidrográficos.
Aunque los primeros aprontes hidrográficos del país comenzaron en 1834, solamente a partir de 1874, el gobierno de Chile, decide integrar, de forma sistemática, a la hidrografía, como disciplina y todo lo que ella conlleva, en sus planes de reconocimiento de su extenso litoral; estableciéndose para este efecto, por parte de la Oficina Hidrográfica, la publicación de los Anuarios Hidrográficos, cuyo primer volumen salió a la luz en 1875; manteniéndose esta publicación hasta el día de hoy, con algunas interrupciones, generadas por circunstancias especiales; como terremotos, Guerra del Pacífico, déficit presupuestario, traslado de la Oficina Hidrográfica y otras. Otra publicación de similar importancia que la anterior, corresponde a los Derroteros de la Costa de Chile, que, hasta el presente, junto a los Anuarios, siguen entregando su valioso aporte a los buques de la escuadra nacional, como también a los barcos mercantes que surcan las aguas soberanas de nuestro país.
En este contexto, resulta importante destacar, ya en el siglo XXI, los ingentes esfuerzos hechos por el SHOA, para retrotraer al presente su histórico desarrollo, lo que constituye una apreciada memoria para las actuales y futuras generaciones, de lo que ha sido la evolución de la hidrografía, la oceanografía y la navegación -1834-2015- y su aporte al desarrollo de la nación. Pues bien, el SHOA editó recientemente el libro Trazos de Historia…La Hidrografía y Oceanografía en la Armada, publicado durante el año 2015, mediante el cual, se invita al lector, a ser parte de un maravilloso y didáctico viaje de más de 140 años, por la historia de nuestro país, que permite formarse una idea cabal de lo que fue la hidrografía y la navegación en nuestro territorio, incluso mucho antes de proclamarse como República; primeramente, con todas las exploraciones, levantamientos y cartografías, realizados en tiempos de la Gobernación de Chile, durante la Colonia, entre las que se destacan nombres como los de Antonio de Córdova y Lasso de la Vega con incursiones en el Estrecho de magallanes (1785-1789); José de Moraleda, con reconocimientos en Concepción, Valdivia, Chiloé y canales adyacentes (1772-1795) y Alejandro de Malaspina en su pasada por las costas chilenas (1789-1794).
En sus primeras páginas, acertadamente se indica que Chile fue descubierto por mar, lo que se relata de la siguiente manera: “En 1520 el eximio navegante portugués, al servicio del rey de España, don Hernando de Magallanes, descubría el primer paso de comunicación navegable entre el Mar del Norte y el Mar del Sur, que bautizó como “Estrecho de Todos los Santos,” por iniciar la travesía de cruzarlo el 1° de noviembre. Es así como junto con descubrir, por primera vez tan importante vía de comunicación marítima entre los dos mayores océanos, hoy denominado Estrecho de Magallanes, descubre y describe las tierras adyacentes que, siglos más tarde, pasarían a formar parte de la República de Chile».
Una vez que Chile consolidó su independencia al igual que otras repúblicas en las mismas condiciones, comenzó la tarea de explorar y conocer geográficamente su territorio, con la finalidad de asegurar una mejor proyección para su desarrollo futuro, como también facilitar acciones de soberanía y eventual defensa de estos territorios.
En forma posterior a las expediciones llevadas adelante por navegantes españoles y luego por los ingleses, Chile en forma bastante precaria en sus inicios, comenzó a dar los primeros pasos en la tarea de reconocer y levantar el litoral bajo su jurisdicción, ya sea en el norte, centro o sur, reconociéndose el 28 de diciembre de 1834, como la fecha del primer levantamiento hidrográfico realizado en aguas nacionales por la Armada de Chile, en el área de la “Ensenada y Desembocadura del Río Bueno,” el que fue ejecutado por el Teniente Felipe Solo de Zaldívar, bajo el mando del Capitán de Fragata don Roberto Winthrop Simpson, en el bergantín Aquiles, nave de guerra española de 338 toneladas de desplazamiento y armado con 20 cañones de 12 libras.
A partir de este levantamiento, como señala este libro, se comienza a escribir la historia de la hidrografía nacional, la que tuvo períodos de intensa actividad, como asimismo otros, en que esta decae por surgir nuevos intereses científico- tecnológicos, relacionados con la navegación y ciencias relacionadas; detalles que son extensamente descritos en los diferentes Anuarios Hidrográficos.
No obstante, Trazos de Historia…, se encarga de poner en valor la destacada labor de insignes oficiales de la Armada de Chile, cuya consigna fue la permanente lucha por lograr que la hidrografía pudiese realizar su preciada labor, teniendo en vista los altos intereses de la República. Son muchos los precursores de la Hidrografía Nacional, cuya total mención sería largo de enumerar, pero sí es dable mencionar algunos de los oficiales e hidrógrafos ilustres, como son: Vicealmirante don Roberto Whithrop Simpson (1799-1877); Capitán de Navío don Leoncio Señoret (1812-1875); Capitán de Navío don Francisco Vidal Gormaz (1837-1907); Contraalmirante don Enrique Simpson Baeza (1835-1901); Capitán de Navío don Luis Pomar Ávalos (1839-1913); Capitán de Fragata don Juan Ramón Serrano Montaner (1848- 1936); Vicealmirante don Arturo Wilson Navarrete (1851-1936); Capitán de Navío don Baldomero Pacheco Corbalán (1863- 1915); Vicealmirante don Francisco Nef Jara (1863-1931); Capitán de Navío don Roberto Maldonado Coloma (1862-1914).
Finalmente, para quien se interese en leer esta magnífica publicación, solo resta decir, que tendrá la oportunidad, de adentrarse en las aguas de un interesante patrimonio histórico intangible, de nuestro país, que se fue desarrollando, desde los inicios de la República, hasta el presente; historia que una gran mayoría de los chilenos desconoce, pero que aún está a la mano, como para que la puedan conocer, pues, “Trazos de Historia……,” lo permite, por constituir este, el portal que los introducirá de lleno en esta interesante historia; retrospectiva que les permitirá poner en valor, todos los esfuerzos realizados en el pasado, por los primigenios hidrógrafos de la Oficina Hidrográfica de la Armada, actual SHOA, que fueron los responsables de cimentar la impronta y plataforma fundamental, que habría de sustentar el futuro desarrollo, hasta nuestros días, de todas aquellas artes relacionadas con las ciencias de la hidrografía, cartografía, oceanografía y navegación, cuya experiencia y dominio tecnológico, ubica a la Armada de Chile, en los primeros lugares a nivel global.