Andrés Brignardello presentó este martes “Viña del Mar en su reverso. El mundo popular en el enfrentamiento entre ciudad industrial y ciudad balneario (1874-1957)”, en el Palacio Rioja. Investigación se basa en las problemáticas que ha atravesado la comuna a lo largo de la historia, apuntando directamente a una mirada agotada del turismo como única fuente de interés.
Francisca Palma Schiller
Apenas pensamos en Viña del Mar, una de las comunas favoritas a nivel nacional, lo primero que se nos viene a la cabeza es el turismo. Sus playas, restaurantes, el mítico Reloj de Flores, la Quinta Vergara, con sus luces durante el verano y así, un sinfín de fotografías que vienen a nuestra mente… toda relacionadas a la entretención.
Es que Viña del Mar se ha convertido en una comuna reconocida por los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, por su indudable belleza, sin embargo, no todo es perfecto.
La ciudad con más campamentos de Chile y con un sinnúmero de cerros olvidados por años, son características que también identifican –por más que se quiera esconder- a la comuna. Poco acceso a agua potable y electricidad, es parte de lo que vive una parte importante de vecinos viñamarinos, quienes han quedado marginados dentro de los proyectos prioritarios por parte de la Municipalidad a lo largo de la historia.
Esta es la mirada que revelará el nuevo libro de Andrés Brignardello, “Viña del Mar en su reverso. El mundo popular en el enfrentamiento entre ciudad industrial y ciudad balneario (1874-1957)”, ejemplar que tuvo su lanzamiento este martes en las inmediaciones del Palacio Rioja, a través de la visibilización que quiso generar el propio Municipio de Cuidados, liderado por Macarena Ripamonti.
“Este es la continuidad de un trabajo de investigación que tiene muchos años y surgió luego de dos libros que hice: ‘La Memoria de los Barrios’ (1999), que son historias locales de Viña del Mar y otro libro del 2004, ‘Imágenes para una Ciudadanía Invisible’; libros que de alguna manera se relacionan porque tienen que ver con el origen del movimiento obrero y popular en nuestras ciudades, ciudades que han hecho el esfuerzo, por un lado, de ocultar esta historia y el caso más paradigmático es Viña del Mar y de eso se trata el libro, develar esa historia oculta”, explica el escritor.
Así, a través de un recorrido histórico, el también realizador audiovisual explica el “versus” que existió durante la primera década del siglo 20, donde el proyecto turístico prevaleció ante una ciudad industrializada y obrera.
“La historia oficial de Viña del Mar es la historia de la ciudad balneario, de la ciudad construida en la primera década del siglo 20 por un grupo de vecinos y vecinas de Viña del Mar que presentaron un proyecto para generar varias obras emblemáticas de la ciudad, fundamentalmente de acceso al mar, a las playas, para ponerse a tono con lo que eran las vanguardias de ese tiempo en términos del turismo, Mar de Plata en América Latina, la costa azul en Europa”, indica el autor.
En ese contexto, añade que “un grupo de vecinos tenía este proyecto balneario, sin embargo, luego del terremoto de 1906, una gran cantidad de industrias habían escapado de Valparaíso y se estaban instalando en las planicies de Viña del Mar, por lo tanto, cuando nace el proyecto balneario, oligárquico, ya Viña era una ciudad bastante industrializada, en el borde costero sobre todo. Esto provocó una fuerte migración campo-ciudad y la ciudad se proletarizó, generando un gran movimiento obrero y ese movimiento tuvo que lidiar con esta idea de la ciudad balneario: fue un conflicto”.
Una ciudad con carencias
Pese a que el conflicto ya estaba instalado, con la llegada de Carlos Ibáñez del Campo al poder, prevaleció el proyecto balneario antes que las necesidades de la población obrera. De esta manera, se puede concluir que desde esa época la ciudad comenzó a marginar a los vecinos más desprotegidos de la zona, situación que se ve reflejada hasta el día de hoy.
“El general Ibáñez impulsó esta mirada del proyecto balneario a contra pelo de la discusión del movimiento obrero, quienes vivían en una miseria increíble. Además, pasamos de un movimiento obrero a un movimiento popular, ósea no solamente era la reivindicación del salario, sino también una reivindicación por el agua potable, la locomoción, la luz eléctrica, etcétera. Y eso fue así hasta 1957, cuando finalmente venció el proyecto balneario, cuando el plano regulador determinó la salida de las industrias del borde costero y fortaleció la vocación turística de la ciudad”, detalló.
El autor reflexiona además que, “este libro de alguna manera quiere decir ‘miren, aquí los pobres siempre han estado’, entonces el modelo turístico que tenemos tiene que ser incorporado por un modelo más amplio, patrimonial, el modelo como está actualmente está agotado. El modelo turístico, que si bien trae empleo y ganancias, no alcanza a cubrir toda la necesidad, por lo que necesitamos reinventar este modelo, ampliarlo, generando más oportunidades y más creatividad al Municipio”.
Bajo este análisis y su ya lanzamiento, Andrés Brignardello espera aportar a la discusión de la construcción de la Ciudad Jardín con miras hacia el futuro, una ciudad que busca día a día ser más integradora y recompensar a los que, históricamente, han quedado en el olvido.