Por José Ossandón
Periodista y director de La Región Hoy
Según la Real Academia Española sedición es:
1. f. Alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el orden público o la disciplinamilitar, sin llegar a la gravedad de la rebelión.
2. f. Sublevación de las pasiones.
El ingeniero comercial, animador, reservista del Ejército y, en especial, humorista, Sergio “Checho” Hirane, llamó a los empresarios a no cooperar “nada con Boric, deben poner todo tipo de trabas para que le vaya mal en sus malas políticas”, dijo así tal cual, muy suelto de cuerpo.
Ante tamaña declaración, lanzada en un programa de radio, el canal La Red resolvió terminar con “Café Cargado”, espacio de conversación conducido por Hirane.
Entonces ardió Troya en la trinchera ultraderechista.
El excandidato presidencial, José Antonio Kast, salió hoy por la prensa a defender al pobre Chechito, que después de llamar a la sedición (de acuerdo a la definición de la RAE) asumió que sus palabras se pasaron de los límites de la buena convivencia.
Kast dice: que en Chile, por lo sucedido con Hirane, “comienza el camino irreversible al totalitarismo”. Sí, el mismo José Antonio que apoyó hasta la muerte al dictador Augusto Pinochet. El mismo que aplaudía la censura en los tiempos más oscuros de este país (luego viene el de Piñera, claro).
Algo más lejos de nuestro país, en realidad harto más lejos, el candidato presidencial de ultraderecha en Francia, Éric Zemmour, fue condenado por incitación al odio y deberá pagar una multa de 10.000 euros tras calificar a menores migrantes no acompañados de “ladrones”, “asesinos” y “violadores”.
Es lo que procede.
Es verdad que a todos se nos debe garantizar la libertad de expresión, pero esta no puede ser la punta de lanza de cualquier ciudadano que cree que los micrófonos pueden usarse como megáfonos insolentes; caja de resonancia de rebeliones descascaradas, que más que soflamas, más parecen escupes de un jugador de fútbol que acaba de perderse un penal en la definición de un campeonato.
Debemos ponernos de acuerdo.
Estoy lejos de apoyar ideas como crear comisiones populares para revisar los contenidos de los medios (algo así propuso en su momento el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue); y también lo estoy con tener a humoristas llamando a la sedición, más en un país que luego de cuatro largos años de ser gobernado por un presidente que nos instaló en la trinchera del “Enemigo”, —declarándonos la guerra— desea que volvamos a vivir en “mediana” paz, con la esperanza (quizás excesiva, bueno, así somos nosotros en Chilito, bipolares) de más justicia social.
Ahora, se puede pensar también que a Hirane le pasó lo que la RAE define en su segunda acepción sobre SEDICIÓN: “Sublevación de las pasiones”. En ese caso el Checho tendrá que pincharse el corazón, desangrar sus odiosidades, tomarse los remedios (le recomiendo la agüita de Melisa) y dejarnos tranquilos.