Por José Ossandón
La directiva de la Sociedad Chilena de Epidemiología (Sochepi) emplazó esta tarde al Gobierno a reconsiderar su nueva estrategia sanitaria para enfrentar la pandemia de la COVID-19, que apunta a que sean los mismos ciudadanos quienes hagan el testeo y trazabilidad de la infección.
“Desde Sochepi compartimos nuestra preocupación al enterarnos de la transferencia de la responsabilidad de realizar la trazabilidad hacia la ciudadanía, pues consideramos que las actividades derivadas de la trazabilidad, como la encuesta epidemiológica y clínica, el seguimiento sintomático y las recomendaciones de aislamiento, derivación y consulta médica oportuna, son competencia de equipos capacitados y una responsabilidad de la Autoridad Sanitaria que debe continuar siendo coordinada por el Ministerio de Salud, en estrecha relación con las seremis de Salud”, manifestaron desde ese organismo mediante una declaración pública.
Agregaron que “la Organización Panamericana de Salud indica que las autoridades, como parte de una respuesta integral a la pandemia de la COVID-19, tienen la obligación ética de conducir la trazabilidad rigurosa de los contactos”.
“Reconociendo todo lo anterior —sostiene la declaración— creemos también importante que la autoridad comparta con la ciudadanía los procesos de fortalecimiento de la trazabilidad focalizada que se implementarán durante esta etapa, reforzando así el importante mensaje de mantener la percepción de riesgo y la confianza en las medidas sanitarias recientemente anunciadas”.
Impacto poblacional
Como Sociedad Chilena de Epidemiología “volvemos a ponernos a disposición de las autoridades para apoyar el óptimo control de esta pandemia, la que aún se encuentra en su fase aguda, para minimizar su impacto poblacional”.
“El mundo se encuentra enfrentando un momento epidemiológico complejo, con un alza exponencial de casos COVID-19 causada por la variante Ómicron, la que ha demostrado tener mayor facilidad para transmitirse. A pesar de que las evidencias preliminares sugieren que esta variante puede causar cuadros menos graves que las variantes previas, un incremento explosivos de casos, de todas formas saturará los servicios sanitarios, impidiendo que se pueda brindar atención oportuna a cuadros de COVID-19 y otras patologías. La experiencia en otros países señala que una alta proporción de quienes trabajan en el sector salud también pueden contraer la infección, agravando el déficit de recursos sanitarios para la respuesta”, afirmaron.
“En Chile esta situación se suma al periodo de vacaciones, con aumento de movilidad de grandes grupos de personas entre regiones, lo que obliga a fortalecer la institucionalidad para responder apropiadamente al desafío”, concluyeron desde la directiva.