Sin duda la pandemia de la COVID-19 desde un comienzo obligó al Hospital Carlos van Buren y a sus funcionarios que hicieran sus máximos esfuerzos para enfrentar uno de los mayores desafíos de la historia institucional, dado que había que compatibilizar muchos elementos que por momentos no tenían posibilidad de coincidir, como por ejemplo aumentar el espacio entre pacientes en un recinto donde una de las mayores dificultades es la falta de espacio físico.
Es por ello que la estrategia de reforzar la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD) se transformó en un pilar fundamental de la estrategia van buriana para el nuevo escenario pandémico, ya que permitió la descompresión de la carga asistencial del recinto triplicando sus cupos de atención, pasando de 24 cupos a 85, cifra que aumenta a 235 en total, si se consideran los 150 cupos de la sala de Hospitalización Diurna, estrategia también implementada por UHD.
No obstante las exitosas cifras de la Unidad de Hospitalización Domiciliarias, su equipo se ha fijado un desafío mayor, como es incorporar a pacientes pediátricos dentro de la atención, tras un exhaustivo proceso de coordinación con el Servicio de Pediatria.
Según comenta el médico jefe de UHD, Francisco Vielma, “la hospitalización domiciliaria pediátrica nos permite ampliar la cobertura de pacientes que atendemos en los domicilios. Era una estrategia que veníamos diseñando hace un par de meses y que nos va a permitir dar diferentes coberturas como tratamientos, antibióticos, curaciones y control en algunos pacientes que tengan algunas patologías crónicas y que van a ser seleccionados. Estamos felices, estamos contentos con esta apertura de cupos, creemos que es una oportunidad más con el invierno que se nos avecina, por lo que esto contribuye de forma sustancial a la cantidad de camas, al recurso hospitalario y a la posibilidad de que otros pacientes, de alguna complejidad mayor también puedan ser hospitalizados en nuestro hospital”.
Mejor control
Al respecto, el jefe de Pediatría del Hospital Van Buren, Christian Smith, puntualizó “ya se ha hablado con todos los equipos médicos y quirúrgicos para seleccionar cuáles serían los pacientes a las cuales se le podría brindar este servicio. Y esto va a redundar obviamente menor ocupación de camas, que en este momento son sumamente escasas y que se deben priorizar para los pacientes agudos respiratorios. Y también vamos a tratar de poder hacer un mejor control de nuestros pacientes que tienen mayor vulnerabilidad médica y social para poder evitar que tengan recaídas de sus patologías de base y que ingresen al hospital. Así que estamos muy contentos de poder contar con este nuevo recurso y enfrentar así este invierno”.
Finalmente, Sandra Flores, enfermera supervisora de Hospitalización Domiciliaria dijo “comenzar con UHD pediátrica es un gran logro para la unidad, así como un beneficio para el hospital y una oportunidad para todos nuestros pacientitos pediátricos de poder realizar su hospitalización en su hogar junto a su familia y así evitar la angustia por separación de su madre y padre, siendo más ameno el período durante el cual requiera de la terapia y/o tratamiento, en especial en esta etapa post pandemia en la que se aumentaron las camas adultos, disminuyendo así las pediátricas”.
Es así como el principal recinto de salud porteño afina las estrategias para poder sortear este invierno, que según indican los especialistas, va a volver a ser con una epidemiología de un año normal, agudizado por la falta de memoria inmunológica de los niños que no han sido sometidos a cuadros respiratorios durante los dos años de cuarentena, por tanto, es la época de invierno en donde comienza el pick de consultas pediátricas, produciéndose un aumento en la demanda de camas pediátricas.
El equipo de Hospitalización Domiciliaria Pediátrica lo integran inicialmente un médico pediatra, un kinesiólogo, una enfermera y un técnico paramédico.
Fuente foto principal: Infobae.