Al término de la Semana Mundial del Parto Respetado, el Hospital Doctor Gustavo Fricke SSVQ lo celebra y no solo con actividades orientadas a las actuales y futuras mamás ingresadas en sus áreas de la mujer, sino relevando dos aspectos fundamentales de un parto respetado como el que se practica en sus salas de parto integral.
Tal como lo comenta José Luis Moya, director del recinto hospitalario: «Nosotros implementamos desde octubre del año pasado las salas de parto integral, que son salas muy cómodas, con baño privado, con climatización, iluminación, aromaterapia, farmacología, con otros métodos no farmacológicos para poder aplacar el dolor, son todas condiciones que permiten que la mamá pueda elegir de qué forma quiere vivir su parto. De esta forma damos una atención integral y personalizada a la mamá. Estamos felices de que este trabajo, que no es de hoy sino que venimos desarrollando desde hace dos años, para llegar a esto: un parto que permita a las mamás sentirse cómodas y seguras con el equipo de trabajo que hay acá”.
Desde el primer momento
Uno de los puntos principales relacionados con el parto respetado es la posibilidad de acompañamiento de un familiar o persona significativa para la madre, durante todo el proceso de parto.
«Y no necesariamente la pareja de la usuaria, pues puede ser cualquier persona que ella destaque como familiar significativo; esto realmente genera un impacto en la experiencia del nacimiento. Están en todo momento, incluso en los procedimientos, en las anestesias, están acompañando, hemos visto que ellos mismos de forma espontánea se acercan a ayudarnos a posicionar a la usuaria, a ver las atenciones de los bebés, ya se sienten partícipes y eso es súper importante porque la idea es un acompañamiento activo, que realmente genere contención y apoyo en la usuaria que está pasando por este proceso”, explica la matrona Valentina Solís.
Agrega que «obviamente genera una mayor conexión como grupo familiar porque estuvieron juntos desde el primer momento”.
El dolor con y sin fármacos
Si bien el dolor es una parte natural del proceso de parto, los equipos de salud han ido avanzando en herramientas farmacológicas y no farmacológicas para apoyar a la madre durante este momento.
En particular, las salas de parto integral del hospital Gustavo Fricke cuenta con una serie de alternativas no farmacológicas para generar alivio del dolor de acuerdo a las preferencias y necesidades de cada mamá.
De acuerdo a la matrona Nicole Molina, “hemos ido complementando nuevas terapias para favorecer a nuestras usuarias en el manejo del dolor de manera no farmacológica. Hemos ido incorporando aromaterapia, musicoterapia, uso de balón kinésico, favorecer la deambulación de la usuaria, y el acompañamiento continuo si es que ella lo desea. Tenemos uso de lenteja para descomprimir la zona vulvoperineal, en el momento en que tenga que estar en posición acostada, y todo esto a gusto de la usuaria. Siempre es importante que la petición de la usuaria permanezca siempre sobre nuestros propios deseos”. Y estas técnicas se mantienen como complemento de la anestesia, que se aplicará cuando sea necesaria y siempre que la madre lo solicite.
“Es un trabajo día a día para que la usuaria se dé cuenta de que ya no es como era antes. Nos sentimos súper orgullosos y es un trabajo que vamos a continuar haciendo. El dolor, si bien es parte del trabajo de parto, trabajamos para mitigarlo», finaliza.
En el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, el equipo de matronas organizó un taller de fortalecimiento de la musculatura del piso pélvico, tanto para las pacientes que van a tener como para quienes ya tuvieron a sus hijos, y un actividad de pintaguatitas, en que las futuras mamás reflejaron en su vientre el nombre y el sexo de su retoño.