A través de su cuenta de Twitter, la ex Presidenta de nuestro país, Michelle Bachelet, confirmó que “no buscaré un segundo mandato por motivos personales. Es hora de volver a Chile y estar con la familia. Insto a los Estados a que identifiquen un terreno común para lograr soluciones a nuestros desafíos compartidos en materia de derechos humanos”.
De esa manera la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cargo que ocupa desde hace cuatro años, no se repostulará.
Fuentes de su oficina confirman esta mañana que, efectivamente, con estas declaraciones la ex mandataria anticipa que no intentará renovar un cargo que asumió el 1 de septiembre de 2018, inicialmente por un período de cuatro años, pero susceptible de repetirse por otros cuatro más.
La salida de Bachelet de su puesto como Alta Comisionada obliga al secretario general de la ONU, António Guterres, a proponer a una persona como sustituta.
El nombramiento requiere del visto bueno de la Asamblea General que están representada por todos los Estados miembro de Naciones Unidas.
La oficina, que echó a andar a mediados de los noventa, se rige por un criterio de reparto geográfico, y, al contrario que otros cargos de la ONU, ha tenido a lo largo de su historia más mujeres que hombres —cuatro frente a tres—.
Antes que Bachelet ejercieron como altos comisionados el jordano Zeid Raad al Hussein, la sudafricana Navy Pillay y la canadiense Louise Arbor, entre otros.