La Agrupación Comercial Calle Blanco y alrededores de Quilpué, tras conocer la propuesta de ordenanza que el municipio de esta comuna presentará el viernes en el Concejo para limitar y ordenar el rubro en la ciudad, comunicó a través de una declaración pública no estar de acuerdo con lo que se quiere imponer.
Primero, plantean, «que ante la inminente votación del decreto alcaldicio que pretende ‘regular’ el comercio ambulante, que últimamente ha invadido las principales calles del centro de la ciudad, nos gustaría mencionar lo siguiente: todas las personas tienen derecho a tener un trabajo y nadie se puede oponer. Nadie se opone a que los comerciantes ambulantes trabajen, ya que seguramente es la forma que encontraron de llevar el sustento a su familia y no estar sujetos a un horario».
«Sin embargo, tal como señala la Constitución en su art. 19 N°16, ‘salvo que se oponga a la moral, a la seguridad o a la salubridad pública…’, no se contempla baños para el uso de los comerciantes ambulantes, no se contempla lugar para que realicen colación, en muchos casos hay niños que están todo el día en la vía pública, se limita la libre circulación de los peatones. Como se puede apreciar no se cumple con ninguno de los principios básico que se plantea en la Constitución de Chile», afirma el organismo.
«Sobre el origen de las mercaderías que se comercializan en el comercio ambulante», dice, «en la mayoría de los casos se desconoce el origen de las mercaderías, ya que normalmente no se cuenta con factura o guía de despacho que acredite, pudiendo provenir de comercio clandestino, robos o tráfico ilegal».
Respecto del pago de impuestos, la agrupación comenta que cada comercio que está obligado a pagar impuestos al valor agregado (IVA) por las ventas que hoy realiza es de manera electrónica, «conectada directamente con el servicio de impuestos internos (SII). Se propone que los comerciantes ambulantes registren sus ventas diarias, para pagar un impuesto en base a lo que anoten, (pues bien) no tendrá a nadie que fiscalice si lo que anotaron es lo que realmente vendieron, por lo tanto, se producirá una importante evasión de impuestos».
En cuanto a la jornada, la ordenanza que se quiere proponer, establece «una jornada de 9 a 19 horas en el centro, que suman 10 horas, lo que claramente sobrepasa lo establecido en la legislación laboral, que actualmente es de 45 horas semanales y se pretende llegar a 40 horas».
Bienes de uso público
¿Y por lo de bienes nacionales de uso publico? La asociación aclara que «estos son aquellos, cuyo uso pertenecen a todos los habitantes de la nación, como calles, plazas, puentes, caminos, el mar adyacente y sus playas. (Inciso segundo, artículo 589 del Código Civil). Respecto de este punto, todos los espacios públicos fueron diseñados con una finalidad, así como en las plazas se concentran actividades sociales, comerciales, culturales, de descanso y contemplación. Las veredas fueron destinadas al libre tránsito de personas sin obstáculos, especialmente para el desplazamiento de personas con discapacidad visual, con movilidad reducida y adulto mayor».
«Habiendo asistido virtualmente a las reuniones, donde supuestamente se trabajaría en conjunto con el comercio establecido, es importante mencionar que las sugerencias en cuanto a ubicación y otras, no fueron tomadas en cuenta en la elaboración del borrador del decreto alcaldicio. Más bien da la sensación que la invitación se hizo para poder decir que el mencionado decreto se elaboró en conjunto», acusa el gremio de vendedores.
«Cabe mencionar —sostiene— que el desarrollo comercial de la calle Blanco Encalada ha sido fundamentalmente por el esfuerzo del comercio establecido que, agrupados desde antes del estallido social, viene trabajando en distintas campañas, como mimos, música en vivo, diseño de un corpóreo, prensa, entre otras, para atraer público y potenciar el barrio comercial. Luego el estallido social, la pandemia, las olas de robos y las consecuencias que ello conlleva, con algunos colegas teniendo que cerrar, otros solo manteniéndose, donde un escenario con comercio ambulante está muy lejos de aportar al desarrollo de la comuna».
«Otro aspecto a considerar es que a nivel nacional, el comercio ambulante se está tomando los principales centros comerciales de las comunas y el hecho de ‘regular’ no es más que la puerta de entrada a esta situación, históricamente los municipios no cuentan con personal para fiscalizar en forma permanente, Quilpué no es la excepción de esta situación», enfatizó la organización.
«Por último, la Municipalidad de Quilpué es la administradora de muchos bienes de uso público de la comuna. Es necesario un mejor esfuerzo en la ubicación del comercio ambulante», cerró.
Fotografía: municipio de Quilpué.