De acuerdo con diversas encuestas, en nuestro país un 16,7 % de la población se encuentra en situación de discapacidad y se estima para el año 2050, tres de cada 10 habitantes serán personas mayores; sumado a mujeres embarazadas, personas con cuidados postoperatorios, u otras circunstancias que hagan difícil el desplazamiento.
Esta innegable realidad propició que los senadores Alejandro Kusanovic, Juan Castro González, Juan Antonio Coloma, Sebastián Keitel y David Sandoval, presentaran un proyecto de ley que propone modificar la ley N° 20.422, que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social para personas con discapacidad, para disponer de áreas de descanso y asientos suficientes en espacios de acceso a público.
A juicio de los autores, las “barreras y la falta de consideración de los espacios de uso público, generan en la práctica una serie de brechas fácticas que limitan, impiden o restringen la participación de millones de chilenos y chilenas a dichos entornos”, lo que, según precisan, se ha intensificado con la pandemia por Covid-19.
Según se desprende del texto legal —que deberá ser estudiado por la Comisión de Salud— se busca “establecer la obligación legal para que los edificios, establecimientos y espacios destinados al uso de público o que impliquen la concurrencia de público, cuenten con áreas o espacios de descanso y asientos para personas que por su condición así lo requieran, como: personas mayores, personas con discapacidad; y en general, personas que por su situación o debido al esfuerzo físico que les significa su movilidad personal, requieren necesariamente contar con asientos o áreas de descanso que les permita posteriormente continuar su desplazamiento”.
Se hace presente que el Estado de Chile ha suscrito y ratificado una serie de tratados internacionales que promueven y protegen la igualdad de oportunidad de las personas con discapacidad y de las personas mayores.
Barreras
Sin embargo, advierten que “estos instrumentos observan con preocupación que, a pesar de los numerosos compromisos internacionales que se han asumido en la materia, las personas mayores y con discapacidad, siguen encontrando barreras para participar en igualdad de condiciones con las demás en la vida social y que siguen vulnerando sus derechos humanos. Consenso, al cual no escapa la realidad que viven a diario las personas con movilidad reducida o con dificultad de desplazamiento en nuestro país”.
En este sentido, ahondan en que “aún subsisten y persisten una serie de barreras que están presentes en el entorno físico, especialmente las que afectan el derecho de acceso, tránsito y permanencia en los espacios de concurrencia de público o de uso público. Espacios que no resultan «amigables» frente a las necesidades reales de las personas, desatendiendo la funcionalidad o utilidad para las personas”.
Información: Prensa Senado.