Agencia EFE.-
El Papa Francisco decidió, con un moto propio, un documento papal para reformar la influyente organización católica Opus Dei, conocida en Europa y América Latina por sus posiciones conservadoras.
Las medidas, anunciadas en julio pasado, entran en vigor hoy. El documento papal, bajo el título «Ad charisma tuendum» («Para tutelar el carisma»), «resta poder e independencia» a la poderosa organización dentro de la iglesia, según expertos en asuntos religiosos.
«Algunos han interpretado las disposiciones de la Santa Sede en términos de ‘rebajamiento de categoría’ o ‘pérdida de poder’. No nos interesan ese tipo de dialécticas, pues para un católico no tiene sentido el uso de categorías de poder o mundanas», aseguró a la AFP Manuel Sánchez, de la oficina de prensa del Opus Dei, reiterando la posición oficial de la entidad.
El Pontífice argentino, que desde que asumió el papado en 2013 se ha comprometido a reformar la Curia Romana, el gobierno central de la iglesia, sumido en una serie de escándalos, ha aprobado varias medidas para modernizar y garantizar mayor transparencia dentro de la institución.
En esta ocasión las disposiciones de Francisco afectan a una poderosa organización religiosa, que el Papa y ahora santo Juan Pablo II elevó al inicio de su pontificado, en 1982, al grado de «prelatura personal».
¿La pérdida de algunos privilegios? Se trata además de la única prelatura existente, un verdadero privilegio, ya que la equiparó a una diócesis con todo el poder de decisión que eso significa. «Cuarenta años después, Francisco busca acabar con una estructura excesivamente jerárquica y ‘rescatar’ los valores carismáticos de una institución marcada por las luchas de poder y la singularidad, que la hace única (por el momento), en el mundo», comentó Jesús Bastante, de la página especializada Religión Digital.
Detractores
Acusada por sus detractores de ser una especie de secta secreta para manejar los hilos del poder dentro y fuera del Vaticano, lo que desmiente puntualmente, el Opus Dei está presente en más de 60 países y lo integran unos 90.000 miembros laicos, entre ellos personalidades políticas o empresariales, y más de 2.000 sacerdotes sobre todo en Europa y América Latina.
Fundada en 1928 por el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, fallecido en Roma en 1975 a los 73 años de edad, su canonización en 2002 por Juan Pablo II suscitó controversias por su cercanía con la dictadura en España de Francisco Franco.
Según algunas de las modificaciones decididas por el Papa argentino, esa prelatura pasa «a depender del Dicasterio (o ministerio) del Clero» y cada año, en vez de cada cinco, el prelado deberá presentar a ese órgano un informe acerca de la situación interna y el desarrollo de su trabajo apostólico.
Se «acoge filialmente lo que viene del Santo Padre, con deseos de profundizar en lo que es esencial», subrayó Sánchez. Según algunas interpretaciones del texto, el líder del Opus Dei dejará de ser considerado como un obispo y no podrá ostentar las vestiduras episcopales.
La forma de gobierno de la organización estará «basada más en el carisma que en la autoridad jerárquica», recalcó el Papa Francisco en su documento.