La Sala de la Cámara respaldó el proyecto que rebaja a 4/7 el quórum para reformar la actual Carta Fundamental. De esta manera, la iniciativa culminó su trámite legislativo y se despachó del Congreso.
El texto indica que las normas legales que interpreten preceptos constitucionales necesitarán, para su aprobación, modificación o derogación, de las cuatro séptimas partes de los diputados y senadores en ejercicio. Lo mismo en caso de un proyecto de reforma para ser aprobado en cada cámara.
El mismo quórum se aplicará si el Presidente de la República observa, parcialmente, un proyecto de reforma aprobado por ambas ramas del Legislativo. Así, las observaciones se entenderán aprobadas con el voto conforme de dicho quórum de los miembros en ejercicio de cada cámara y se devolverá al Presidente para su promulgación.
En tanto, las modificaciones a la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios también requerirán del voto conforme de las cuatro séptimas partes. Actualmente, se requiere que las 3/5 de cada Cámara apruebe.
En el caso de la Cámara, el quórum de 2/3 representa a 103 diputadas y diputados y el de 3/5, a 93. Mientras que el de 4/7, equivale a 89 legisladoras y legisladores.
Debate
Un extenso debate se vivió en la Sala durante el análisis de esta iniciativa.
El texto fue informado por el diputado Marcos Ilabaca (PS), de la Comisión de Constitución.
La diputada Erika Olivera (IND) dijo que el espectro político está de acuerdo que el proceso no termina luego del plebiscito. Es una discusión que supera a la Convención Constitucional y a los constituyentes. Así, es necesario que las instituciones se pongan de acuerdo en cómo mejorar las razones por las que la Constitución del 80 se consideraba antidemocrático. Vale decir, reduciendo los quórums supramayoritarios.
El diputado Francisco Undurraga (Evópoli) respaldó la iniciativa. Manifestó que esta reforma permitirá continuar con el proceso constituyente, “porque nadie debería sentirse obligado a aceptar una propuesta que no está a la altura ni da el ancho, profundizando la división, la inseguridad y la crisis política económica y social”.
En tanto el legislador René Alinco (IND) recordó que pasaron más de 40 años para poder cambiar el quórum. Valoró este proyecto. No obstante, precisó que se trata de un “caballo de Troya”. Ello, porque es una iniciativa de contención para perjudicar la opción de apoyar la nueva Constitución y favorecer la opción de rechazo.
En tanto, la diputada Marlene Pérez (IND) dijo que hay que dar certezas y estar preparados para lo que viene después del plebiscito. Por ello, se mostró a favor de esta iniciativa. Añadió que la centroderecha está por avanzar en cambios relevantes y una propuesta constitucional que una. Sostuvo que no se puede hipotecar el Chile de los próximos 40 años. Por ello, subrayó que este proyecto es un compromiso genuino por los cambios que el país demanda.