En el sector de Las Salinas de Pullally, comuna de Papudo, fue inaugurado oficialmente el plan piloto del proyecto «Desalación para la Agricultura”, liderado por el HUB Ambiental de la Universidad de Playa Ancha, en colaboración con el Gobierno Regional de Valparaíso, la Delegación Presidencial Provincial de Petorca, la empresa de ingeniería Vigaflow y la Comunidad de Agricultores de Pullally.
El objetivo central de la iniciativa es evaluar el uso del agua desalada para el desarrollo de cultivos existentes y emergentes de la zona centro-norte de Chile, al alero de los proyectos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) «Fortalecimiento de las capacidades institucionales para la gestión de la I+D, transferencia tecnológica y emprendimiento vinculadas al entorno regional y nacional-INES I+D 2021», y del Centro Avanzado Para las Tecnologías del Agua (CORFO CAPTA).
A través de equipamiento modular, se aplicarán distintas condiciones de agua desalada –comenzando con cinco litros por segundo–, tanto a cultivos experimentales propios del sector, como otros nuevos que puedan adaptarse mejor a las nuevas condiciones de cambio climático. Lo anterior, bajo distintas modalidades y tecnologías de cultivo, comprendiendo suelo abierto, hidropónico y de invernadero y siempre considerando buenas prácticas ambientales de reúso de salmueras y complemento con energías renovables.
El proyecto busca sentar las bases para el uso sustentable de la desalación como complemento a la matriz hídrica con fines agrícolas en la zona centro norte de Chile. En ese contexto, tanto la experiencia internacional como la desarrollada por el HUB Ambiental UPLA en Chile —hoy un referente académico nacional en materia de desalación— da cuenta de que es posible llevar a cabo procesos de este tipo que sean sustentables con los ecosistemas marinos nacionales y, simultáneamente, mitigar los efectos asociados a los vertidos de salmuera en el medio.
Justicia social para el uso del agua
El doctor Claudio Sáez, director del HUB Ambiental, destacó cómo se articularon las voluntades de los actores involucrados en el proyecto, siendo un claro ejemplo Vigaflow, que contribuyó con las capacidades técnicas para instalar la planta desaladora.
“Esperamos que sea un proyecto innovador, que va a sentar las bases del uso de la desalación como estrategia complementaria de la matriz hídrica regional y nacional, para dar un sentido de justicia social al uso del agua, especialmente para quienes tienen problemas para obtenerla”.
Respecto de las aprensiones que suscita la desalación en ciertos sectores, sostuvo que “como institución pública y centro de investigación nos interesa generar información de base, que sirva como elemento de conocimiento para la toma de decisiones. La desalación, como toda actividad productiva, tiene sus impactos; no obstante, no podemos compararla con industrias como la termoeléctrica o la de refinación de petróleo. Los impactos son considerablemente menores y cuando está la academia, y las voluntades para realizar una colaboración público-privada, esos impactos se pueden llevar, prácticamente, al mínimo”.
Concordó con esta idea el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, quien se manifestó “contento con esta colaboración que se da entre ambos mundos”, y sumado a lo anterior “contar con el apoyo de una universidad que cumple una función pública insoslayable, como la UPLA. Esta es una técnica que debería contribuir a la preservación de la agricultura familiar campesina, sobre todo en esta zona”. Adicionalmente, subrayó que “hoy día tenemos la capacidad de poner la política pública al servicio de nuestras comunidades y territorios”.
Patricio Sanhueza, rector de la Universidad de Playa Ancha, comentó que, mediante iniciativas como estas, la casa de estudios está cumpliendo su misión, la cual “va dirigida al bien común de la sociedad, nosotros nos debemos a la sociedad. Y en esta relación que existe entre las necesidades de la comunidad, de la sociedad, las capacidades de la Universidad, las voluntades, incluso, del sector privado y también de las autoridades públicas, esa conjunción es lo que permite mover, transformar, cambiar, intervenir, apoyar, ayudar”.
Todo lo cual, planteó, “nos beneficia como institución, porque nos permite realizar investigación científica respecto de este tema”.
Agricultura familiar campesina
El delegado Luis Soto enfatizó en que este es el primer paso de muchos, pues “tenemos tres posibilidades de fuentes de agua: no tenemos glaciares, no tenemos lluvia y estamos mirando hacia el océano. Por lo tanto, queremos dar una respuesta a la agricultura familiar campesina que, durante estos últimos años, ha sido prácticamente desaparecida”.
Jesús Bazáes, representante de la Comunidad de Agricultores de Pullally, manifestó que el beneficio de la iniciativa, para ellos, será directo. “Fuimos productores de frutillas durante mucho tiempo y con la calidad y disponibilidad del agua, hace tres años que no cultivamos. La puesta en marcha de esta planta va a ser el inicio para poder retomar lo que hacíamos nosotros y todos los agricultores de la zona”.
Cabe destacar que la localidad de Pullally cuenta con 718 hectáreas destinadas a la producción agrícola, explotándose 195 de ellas en forma esporádica, por el irregular abastecimiento de agua.