Una nueva arista enfrenta el caso de Vanessa Araya, enfermera que decidió quitarse la vida ante el hostigamiento de sus compañeras mientras realizaba su trabajo de técnico en enfermería en el Hospital Clínico de Viña del Mar, el 29 de abril del año 2021, dejando al descubierto un arduo trabajo al interior del recinto en el momento más alto del periodo de pandemia en el país.
De acuerdo a lo informado por el equipo jurídico de la familia de la víctima, lo vivido por la profesional se enmarca en el acoso laboral, “conocido también como mobbing, un tipo determinado de acoso en referencia a aquellas conductas habituales dentro del ámbito de trabajo que, en su conjunto, provocan una situación de violencia psicológica contra una determinada persona. Tales abusos pueden desarrollarse por un superior jerárquico o un compañero de trabajo de forma verbal, escrita o con gestos, que atentan contra la dignidad e integridad anímica del trabajador”.
A esto se suma que la investigación arrojó una evidente sobrecarga laboral por un promedio de 12 horas bajo este tipo de presión en su entorno, gatillando un agudo cuadro depresivo, faltas de normas de seguridad sanitarias psicosociales que constató la Seremí de Salud.
Reparación económica
Al respecto, el abogado de la familia, Felipe Olea, explicó que “ en este caso en concreto, lo que se ha interpuesto es una acción indemnizatoria de carácter laboral, que está concedida para buscar una reparación económica por el daño que significó la pérdida de vida de la trabajadora como resultado del acoso constante que recibió. Ahora bien, la responsabilidad de la institución es del hospital y de los miembros de esta organización; entendemos que ya fue establecida por el sumario administrativo de la Seremi de Salud de la región, y el informe de la Dirección del Trabajo, contra los cuales el Hospital Clínico Viña del Mar no dedujo reclamación alguna, entendemos, aceptando las conclusiones que arribaron ambos documentos administrativos».
María Teresa Núñez, madre de Vanessa Araya, acompañada de sus hijas, detalló que “cuando comenzó el acoso, habló con sus superiores a su jefatura, le hicieron estar cara a cara con las enfermeras con sus pares, dio aviso varias veces. El hospital nunca hizo nada, hizo caso omiso. La jefatura no la tomó en cuenta, sus pares TENS siempre la ayudaron, ella estaba muy estresaba, pasaba llorando, nunca imaginé que lo que estaba pasando».
En esta línea, el diputado Andrés Celis reconoció que “duele hablar de este tema porque el Hospital Clínico de Viña del Mar no cumplió con las normas sanitarias de seguridad laboral, y que también se interactúan con la salud mental, y más allá de la multa, o la falta de protocolo, le pido al Parlamento que apuremos el proyecto de Ley de Acoso Laboral, porque no queremos más muertes por hostigamiento a las personas”.