El Colegio de Profesores de Chile y sus Consejos Gremiales de los establecimientos de la comuna de Los Andes informan que a partir del próximo jueves paralizarán sus actividades «como una manera de exigir respuesta y respeto hacia el magisterio y demás trabajadores de la educación».
Por medio de una declaración pública, afirman que «la situación de la pandemia, que no ha terminado, y el regreso a la presencialidad escolar nos ha enfrentado a nuevos desafíos y problemas, que los docentes, una vez más, hemos debido abordar con compromiso, creatividad y con los ya, lamentablemente, pocos apoyos y comprensión, a expensas del agobio, seguridad y salud de cada uno».
En ese marco, sostiene el texto, «en junio, cuando logramos ser atendidos, solicitamos a la Seremi de Educación, estando presentes el delegado presidencial de Los Andes y el director provincial de Educación San Felipe-Los Andes, una serie de medidas que tienen asidero legal y que apuntan a la atención socioemocional de los docentes, asistentes de educación y funcionarios de los jardines infantiles, todos trabajadores de educación, las que fueron aceptadas y convenidas y que, hasta la fecha, no han sido reafirmadas en un documento, lo que ha llevado a su desconocimiento o modificación por parte de los responsables locales».
En el documento el Magisterio añade que «habiendo agotado los medios basados en el diálogo y ante el aumento sostenido de problemas de salud física y socioemocional, es que hemos tomado la difícil decisión de paralizar nuestras actividades el jueves 1 de septiembre, como una manera de exigir respuesta y respeto hacia los profesores y demás trabajadores de la educación».
Problemas concretos
Los demandantes aclaran que «nosotros hemos realizado y seguiremos realizando nuestra labor, por lo que exigimos a las autoridades atender los problemas concretos y no invisibilizarlos o ignorarlos, actuando con criterio de realidad y respeto hacia los trabajadores y comunidades educativas».
«Hacemos hincapié —sostienen— en que no impediremos de manera alguna que los estudiantes a quienes les corresponde, reciban la alimentación y que quienes tenían programadas la grabación de clases por la evaluación docente, la realicen sin obstáculos de nuestra parte. Al mismo tiempo, señalamos enfáticamente que esta movilización es exclusivamente de orden educacional y que no tiene ni el más mínimo objetivo de obstaculizar el proceso plebiscitario que ya culmina».
Además, exponen, «manifestamos que esta es una movilización de advertencia, que no incidirá de manera negativa en los aprendizajes de los estudiantes, por cuanto ellos cuentan con sus materiales, guías, textos y orientaciones para el estudio de ese día y que esperamos no tenga que escalar o profundizarse si no existen las respuestas adecuadas o se sigue postergando el diálogo y desconociendo acuerdos».
«Llamamos a la comprensión de los estudiantes, cuyos centros de alumnos han manifestado adhesión, así como a la de apoderados, familias y comunidades de las que formamos parte. Solo con trabajadores de educación en plenitud de su salud y condiciones de trabajo se pueden desarrollar de manera adecuada los procesos pedagógicos y, con ello, el desarrollo de las comunidades», cierra la declaración.