Por José Ossandón
Durante la campaña de este plebiscito constitucional se habló mucho desde la derecha que ellos también querían una nueva constitución, pero no ESTA. Muchos tomaron esta palabra como una promesa que se podía cumplir, porque quizás la sintieron como una palabra creíble, pues los de Chile Vamos se mostraron dispuestos a que nuestro país debe cambiar, debemos tener una CASA DE TODOS. Entonces se lanzó al viento que: Chile, rechacemos este texto aparentemente malo porque ahora sí vamos a unirnos como nación y haremos en conjunto una nueva carta magna, que nos involucre a todos.
El Plebiscito de Entrada fue una sacada de cresta, casi el 80 por ciento dijo Apruebo. Hoy se dio vuelta la tortilla; aplausos para los tortilleros políticos que se unieron en una sola cocina: mantener lo que tenemos. Si no hay más. En la papeleta solo decía: Apruebo o Rechazo.
Ganó el Rechazo, eso quiere decir que nos mantenemos con la Constitución actual.
Los cambios ahora dependerán de cómo despierte un sector de nuestra política chilena.
“Amplia victoria del Rechazo lleva a la oposición a descartar cita prevista con Boric para este lunes”. Así titula Canal 13 por medio del diario digital Ex Ante, el diario de un exdirector de La Tercera y editor del mentado medio televisivo.
Vamos leyendo:
-“Estamos dispuestos a reunirnos con el gobierno, pero primero ellos tienen que ordenar la casa y no se pueden divorciar de algo que ellos empujaron mucha fuerza”, dijo el senador Javier Macaya, presidente de la UDI.
-El senador Juan Antonio Coloma (UDI) dijo a su vez: “Creo que el mensaje de las urnas fue decirle ‘no’ a un proyecto ideológico que no tienen que ver con la chilenidad, ese es el principal mensaje que nosotros entendemos. Que aquí hay que hacer una nueva Constitución, sí, pero hay que hacerlo bien, no hay que hacerlo como se preveía”.
-Para Chile Vamos hay otros factores adicionales al proceso constituyente. Uno de ellos es que buscarán cuidar a esos millones de electores que apoyaron el Rechazo.
-“Yo le quiero pedir al Presidente Boric que inicie un proceso de reflexión, nosotros lo haremos en Chile Vamos. Mañana [lunes] los partidos nos juntaremos con nuestros parlamentarios, nuestros ex convencionales y aquellos que estuvieron desplegados por todo Chile, para ver cómo serán las formas y los tiempos para poder cumplir nuestro compromiso”, dijo el presidente de RN, Francisco Chahuán. “Los tiempos y las formas son importantes”.
Con el triunfo aplastante del Rechazo, quienes quieren una nueva Constitución deberán esperar cómo amanezcan los de la Derecha. Así como Boric y compañía sintieron que el Estallido Social y el proceso constituyente eran parte su de ADN, cosa que nunca fue así, porque el octubre de 2019 fue sin bandera, poniendo a las instituciones en la picana, hoy la derecha tiene la sartén por el mango.
Ahora el Presidente tendrá que bailar al son de la música que pondrá la UDI, RN, Evopolis y los republicanos.
Chile se compró, otra vez, los ofertones de quienes ostentan el poder. La izquierda, nuevamente, se creyó el cuento de liderar un movimiento social que al final no existió. Las marchas se vieron bonitas, pero al momento de los quiubo no hizo mella. No resistió, se hizo convencer, se tragó todos los miedos de campaña como aspiradora.
Como lo dijo esta noche el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp: “El país habló claro hoy. El rechazo, a través de diversos mecanismos, logró apelar al sentido común de millones, conectaron con sus temores. Fueron exitosos electoralmente y nuestra lectura estratégica falló. En esta pasada no pudimos, pero este camino está lejos de terminar».
Ahora los republicanos dicen que no se debiera cambiar la Constitución.
Obvio que no se puede cambiar, porque ganó el Rechazo.
Los próximos días habrá una sinuosa y perversa discusión sobre: “Tú me dijiste que iba a ser así”. “Me lo prometiste”. Nada. Las reglas del juego eran: ¿quieres una nueva Constitución? Y los votantes, en una mayoría brutal, dijo NO.
Si ahora quieren reformar… ¡Ja!
Nos farreamos un momento de la historia de hacer una carta magna ciudadana, pero se dieron todas las tormentas perfectas para que esto no ocurriera, y todos somos culpables de ello. La política en todo el mundo se juega con la misma pelota: la democracia. El pueblo dijo NO. El pueblo dijo RECHAZO. Hoy seguimos con la misma Constitución, Chile la vuelve a abrazar, después de tanto abofetearla.
Lo de rechazo para reformar, pongámonos serios, es una epifanía.