Cansados de los malos tratos que señalan recibir de parte de la Corporación Municipal de Valparaíso, entidad a cargo de los cementerios 1, 2 y 3 de la Ciudad Puerto, se congregaron esta mañana más de 50 trabajadores del Cementerio N° 3 de Playa Ancha, pertenecientes al Sindicato de Trabajadores de los Cementerios Uno, Dos y Tres de Valparaíso (SITRACEM) para manifestarse e iniciar movilizaciones por las pésimas condiciones laborales en que desarrollan sus funciones.
El Sindicato SITRACEM, constituido en 1989, representa a un total de 88 trabajadores distribuidos en los tres cementerios de la ciudad, siendo el de mayor presencia, el emplazado en Playa Ancha, donde, a juicio del dirigente Ivo Vuskovic, administrativo del Cementerio N° 3, «la situación de abandono es insostenible, tenemos que convivir con la indolencia de una Corporación Municipal que ni siquiera se ha dignado a entregarnos ropa de trabajo y elementos de protección personal desde el año 2020, señalándonos con ninguna vergüenza que prefieren pagar las multas antes que entregarnos lo que corresponde”.
El también vocero agregó que «nos sentimos pasados a llevar, menospreciados, pues la Corporación sabe que estamos trabajando al límite, en peligro y nadie hace nada. No se cumple con la dotación de personal de patio ni de seguridad, el cementerio solo ha aumentado en oficinista, siendo una caja pagadora de favores políticos; lo cual nos pone a todos en peligro, porque de manera improvisada debemos levantar tapas de sepulturas de más de 150 kilos, entre dos personas, ya que si bien, según protocolo, deberían trabajar cinco funcionarios por cuadrilla, lo normal es que sean tres o incluso dos, porque no hay más gente”.
Juan Espinoza, director del mismo sindicato, expuso que «han sido años de indolencia. La actual corporación municipal no es distinta a lo que fueron sus antecesores. No solo no escucha, sino que silencia, calla y desvía la atención. Hemos pedido por meses la entrega de ropas de trabajo y mejoras en nuestra condiciones, pero ¿cuál fue la respuesta? Solo evasivas, y ahora, lo que más indigna, es que comenzaron las represalias, pues enredando las cosas comenzaron a exigirnos la entrega inmediata de nuestra oficina sindical, que usamos desde hace 25 años al interior del cementerio”.