Por Alfredo Sherrington Rodríguez
Jefe de carrera Psicología
Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar
¿Prevenir el suicidio? Muchas personas, voluntarios, profesionales de diferentes ámbitos lo realizan día a día. Los datos mostraban que 320 mil chilenas y chilenos han tenido una ideación suicida (Ministerio de Salud, ENS, 2017). En promedio, hay cerca de cinco suicidios al día en Chile. Es una realidad: no es la deseada, pero es la realidad.
Muchos desean que Thanatos (muerte natural y suave, que es gemelo de Hipnos, que es el sueño) sea la forma de dejar la vida. Pero no todas las personas lo logran. Algunas deben lidiar con las Keres, que son el espíritu femenino correspondiente a la muerte violenta, incluyendo la autoagresión.
Estas palabras van para quienes día a día previenen o evitan un suicidio, evitando que las Keres claven sus garras en otro terrenal. Un reconocimiento a esos bomberos o bomberas que, en una torre de transmisión eléctrica, al borde de un puente o de un balcón conversan, escuchan, empatizan con quien decide que terminar con su vida es la mejor solución.
Y luego vuelven a su cuartel en silencio, sabiendo y sintiendo que esa “emergencia” es más difícil que la marea de fuego.
Las palabras van para el personal de Salud, desde la operadora de la central, el paramédico, la enfermera, hasta el médico psiquiatra, pues son quienes dentro de los recursos de salud mental, logran que NNA y adultos no se quiten la vida durante y post tratamiento, permitiendo otras opciones de mejorar su vida futura.
Palabras de reconocimiento para esos profesionales de las Ciencias Sociales de salud comunitaria, voluntarios de diferentes organizaciones, que regresan a sus casas, esperando que su intervención con alguien que tiene ideación suicida haya tenido efecto. Porque, aunque no se diga explícitamente, la incertidumbre de la muerte presente desgasta poco a poco psicoemocionalmente.
Agradezco haber estado con varias personas, jóvenes, niños que intentaban o que ideaban su muerte como solución, donde algunos(as) querían morir para terminar su dolor, en tanto otros(as) lo hacían para provocar sufrimiento en otras personas. Agradezco a quienes se acercaban a la muerte intencionada y/o a sus familias a que me dieran unos minutos, algunas sesiones, algunas reuniones para mostrar otra opción en sus decisiones.
Porque muchas veces no sabemos si finalmente será Keres o Thanatos quien ganará la batalla, y la experiencia de muerte siempre es dolorosa.
Es difícil transmitir la experiencia cuando logras prevenir o evitar un suicido. En algunos casos muy específicos la vida permite ver y compartir cómo algunas personas que intentaron suicidarse, logran terminar sus estudios universitarios, volver a sentirse amada(o), ayudar a otras personas, decidir seguir viviendo con lo bueno y lo malo. Puedes ver el resultado de tu pequeño pero sincero aporte, siendo un gran motivador. Todos mis respetos y admiración a quienes trabajan en la prevención del suicidio.