Con más de mil exámenes desde su puesta en marcha a mediados de 2020, el resonador magnético nuclear de la red del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, instalado en el Hospital Gustavo Fricke, ya ha realizado más de 250 exámenes de diagnóstico de patologías como las miocardiopatías o los infartos cardíacos,
Juan Eduardo Illanes, médico radiólogo especialista en tórax y cardiovascular del establecimiento, explica que “la resonancia como método de obtención de imágenes tiene una característica única, que es su gran caracterización de los tejidos. Es un método de imagen diagnóstica no invasiva que permite muy bien caracterizar y diferenciar los distintos tejidos, lo que lo hace idóneo para ver cualquier estructura mediastínica (del pecho), incluido el corazón, y poder diferenciar un montón de enfermedades que afectan de manera única al músculo cardíaco. Podemos ver cicatrices de infarto, podemos ver miocardiopatías de todo tipo, infiltrativas, inflamatorias, etcétera”.
Seguridad y tecnología
El resonador magnético no utiliza radiación ionizante, lo que lo hace un equipo muy seguro para los pacientes de todas las edades, aunque tiene como limitación, por ejemplo, la existencia de prótesis o elementos metálicos en el cuerpo, que afectan la imagen que se obtiene en el equipo.
“El ser humano prácticamente es un 80% de agua dependiendo de la edad que tenga, pero el gran componente que tenemos es agua. Entonces, ocupamos esos átomos de hidrógeno para excitarlos a través de un pulso de radiofrecuencia y luego a través de bobinas, que son unas cosas que se le colocan al paciente en el cuerpo, que son las que “escuchan” la energía que emite este protón de hidrógeno cuando se deja de excitar, al momento de relajarse, y eso es lo que nosotros ocupamos para formar la imagen”, explica Illanes.
«Es un muy buen método de examen y cada día más disponible así que muy contentos de poder disponer de este tipo de examen en el Hospital Gustavo Fricke”, acotó.
Así lo ha comprobado José Díaz Moya, paciente de El Tabo: “Tengo una arritmia cardíaca hace 40 años y ahora vengo a hacerme la resonancia para que me hagan la operación que yo necesito. Es perfecto, todo impecable. No hay que tener miedo, son personas profesionales, de última generación, así que vengan los enfermos a hacerse presentes acá para que tengan una mejor vida porque es muy incómodo estar con falla cardíaca. Sufro ahogos y es terrible, entonces, por eso me acerqué acá. Pero estoy muy contento cómo ha salido, ha ido rápido, todo excelente, ningún problema”.
El mismo paciente hizo un llamado a cuidarse y hacerse los exámenes: “Hace 40 años que no fumo nada ni tomo nada, nada. Y el que lo hace tiene que dejar el cigarro y el alcohol y acercarse, porque están enfermos ahora, antes de que sea tarde, porque si llega tarde para el corazón ya no hay solución. Entonces uno tiene que estar con un medicamento, el doctor, a los controles, pero es muy, muy bueno”.