Los «no fueron 30 pesos fueron 30 años» que se acuñó durante el Estallido Social de 2019 aún remecen los escritorios de las oficinas de los partidos de la ex Concertación y posteriormente Nueva Mayoría. Esta vez el encargado de «rejuvenecer» esta frase fue el embajador de Chile en España, Javier Velasco, quien responsabilizó a los gobiernos y las políticas utilizadas durante ese período, llamado muchas veces de Transición.
Según el aludido, esta etapa, desde el regreso a la democracia hasta el segundo gobierno de Sebastián Piñera, «profundizaron la desigualdad».
Figuras que fueron parte del Ejecutivo durante ese período expresaron su molestia con los dichos de Velasco –militante de Convergencia Social, el partido del Mandatario—.
Dos ex ministros de Relaciones Exteriores pidieron a la actual secretaria de Estado, Antonia Urrejola, llamar la atención del diplomático.
Heraldo Muñoz (PPD), quien dirigió esa cartera en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, calificó como «sumamente serio lo que ha manifestado este embajador en España, francamente sorprendente», y agregó que “afirmar que durante los 30 años pasados se profundizó la desigualdad con las políticas que se implementaron durante esos 30 años, eso es falso».
A juicio de Muñoz «se debe llamar la atención mínimamente a este embajador y que se comporte como corresponde a un representante del país en su conjunto».
Mientras que el excanciller Mariano Fernández expresó que el comentario de Velasco es «bastante crítico (…) en contradicción con lo expresado por su jefe de Estado el mismo día», quien había valorado el avance de los «30 años» en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU.
Sostuvo que el Ministerio debe corregir este tipo de situaciones y que «va a tener que intervenir respecto de este embajador».
Diputados y senadores
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), comentó que ve «con preocupación esa palabra; creo que en materia de política exterior es muy necesario tratar de evitar opiniones personales y deben opiniones de Estado».
«No compartimos las palabras del embajador en España, creemos que hay que ser mucho más prudente, y es necesario tener más criterio por parte de quienes están ejerciendo un rol diplomático», acotó.
Mientras que el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), aseveró que «lo que se requiere cuando se representa un país en el exterior de ser prudente, atinado y criterioso, y por tanto todos los embajadores y todas las embajadoras tienen que medir cada una de sus palabras porque cuando hablan lo hacen en representación del Estado de Chile».
El diputado socialista Tomás de Rementería, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores, opinó que esta situación «demuestra su falta de méritos para el cargo que es una persona que no debería haber sido nunca embajador en España y realmente me extraña esa falta de nivel de diplomacia y política en una persona que es representante del Gobierno de Chile».