En 2021 se vendieron 415.581 vehículos livianos, lo que representó un 60,6 de crecimiento en relación con el mismo periodo del año anterior, según el informe de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), dicha cifra indica que los chilenos prefieren el uso del auto al transporte público.
Sin embargo, ¿sabe usted lo que contamina su vehículo? Sebastián Lira, doctor en ingeniería y especialista en captura de CO2 de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB), pone bajo la lupa la bencina y el diésel, y la contaminación que generan.
En términos de ahorro y rendimiento los conductores siempre prefieren un combustible por sobre otro, no obstante, el experto de la UNAB señala que “los vehículos de combustión interna no solo emiten dióxido de carbono. Además, emiten otros contaminantes atmosféricos como, por ejemplo, material particulado, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos, entre otros”.
El académico de la Facultad de Ciencias de la Vida, recalca que “en términos de CO2, un vehículo bencinero en uso emite aproximadamente 10% más de CO2 que uno diésel y, por otra parte, en término de óxido de nitrógeno, un vehículo a diésel puede emitir 4 veces más de este gas que uno a gasolina”.
Ante estos antecedentes que no son algo nuevo, el año 2000 la Comisión Europea acogió la iniciativa de desincentivar el uso del automóvil, por lo menos una vez en el año. Impulso que tomó consideración en toda Europa con la “Semana de la Movilidad”, la que se replicó mundialmente y, en Chile se conmemora el último viernes de septiembre.
Pasado y futuro
Lira explica que el uso del automóvil, aparte de generar congestión en las ciudades, causa un importante impacto ambiental debido a las emisiones atmosféricas que se generan cuando el auto está circulando en la ciudad, así también lo indica el informe “El Aire que Respiramos: presente, pasado y futuro”, realizado por Center for Climate and Resilence Research de 2020, el cual revela que en el transporte se concentra la principal fuente de emisión de contaminantes en zonas urbanas, especialmente en las principales ciudades del país. Los vehículos con motores de combustión generan, especialmente, MP2,5, monóxido de carbono (CO), NOX y compuestos orgánicos volátiles (COV).
El mismo reporte detalla que, en 2017, a nivel nacional el transporte vial representó un 1 % del MP2,5 directo anual, aunque en las comunas de Alto Hospicio, Vallenar y Pudahuel llegó a más de 80 % y, en la provincia de Santiago, representó más de un 50 % de las emisiones anuales en siete de sus 45 comunas. En términos de NOX, el sector transporte representa el 42 % de las emisiones totales en el país, aunque en 92 comunas representa más del 90 %.
“El CO2 es un contaminante global y es el gas efecto invernadero que mayormente se emite a la atmosfera lo que ha generado un aumento de las concentraciones de dióxido de carbono, lo que se traduce en el calentamiento global del planeta, si bien es algo invisible es así. El andar en auto genera fuertes aportes de emisiones, mientras más cantidad de autos de combustión interna haya en las calles, mayores serán las emisiones de contaminantes locales y CO2”,explica el académico.
“Un dato no menor es que el año 2021 se registró un aumento del parque automotriz en el país llegando a cerca 5,98 millones de vehículos, lo que claramente es un grave impacto para el medio ambiente”, puntualiza el experto.
¿Soluciones?
El académico de la UNAB comenta que independiente del tipo de vehículos en el parque automotriz, todos emiten contaminación, por lo mismo “hay que diferenciar que los vehículos pueden emitir contaminantes atmosféricos locales y globales”.
Y agrega: “en general los vehículos a diésel y los de mayor tamaño como furgones y camionetas, emiten mayor cantidad de óxidos de nitrógeno, por ejemplo, un automóvil diésel circulando en la ciudad genera mayores emisiones de óxidos de nitrógeno que uno bencinero”, resalta. Por esta razón y considerando los antecedentes ambientales de nuestro país y el planeta, el académico recomienda:
La primera opción es caminar, es económico, saludable y no genera ningún tipo de impacto ambiental.
El uso del transporte público el cual está disponible para todos los habitantes de la ciudad -principalmente en Santiago- como el metro y los nuevos buses eléctricos, son una alternativa viable para desplazase por la ciudad.
El uso de la bicicleta es una gran alternativa y se han implementado ciclovías para incentivar su uso. También es una opción que ayuda al ejercicio físico y no genera impactos ambientales.
En regiones cuando no existe la opción de transporte público, se sugiere compartir los vehículos con familiares o vecinos que tengan recorridos similares de desplazamiento, para eso se requiere una comunidad organizada y generar vínculos con ésta.
Si está dentro de las posibilidades del consumidor contemplar la compra de un vehículo eléctrico, éste funcionará con cargas a la red eléctrica y sería óptimo que dicha electricidad provenga de fuentes renovables.
Finalmente, el experto de la UNAB, en el Día Nacional sin Automóvil, recomienda que “siempre será conveniente desplazarse por la ciudad a través de un medio de transporte que no genere emisiones atmosféricas más que un día en el año, incluso hoy resulta mucho más rápido, porque se evitan los tacos y así también aprovechamos de cuidar el medio ambiente y pensar de forma sostenible para el futuro de nuestros hijos y familia”.