Destrucción del diaporama realizado por el famoso dioramista Rodolfo Gutierrez “Zerreitug” además de destrozos en puertas y hallazgos de material combustible junto a encendedores en rincones y bajo la cabaña declarada monumento nacional, fue el resultado del atentado perpetrado el pasado domingo 2 de octubre al Sitio de Memoria Balneario Popular y Campo de Prisioneros Políticos Melinka-Puchuncaví.
El hecho fue informado el día lunes por personal municipal a representantes de la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví —que administra el espacio que alberga el ex campo de prisioneros políticos ubicado en la comuna de Puchuncaví— quienes realizaron el mismo día una denuncia al departamento de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones de Chile.
En relación al daño hecho al diorama, el presidente de la Corporación Melinka, Rodrigo del Villar, señaló que se trataría de una pieza única ya que en nuestro país no existe otra desarrollada en relación a los derechos humanos por lo que “para nosotros es algo muy doloroso y muy molesto porque es un producto artístico invaluable, no hay ningún otro con estas características”.
Seguridad
Sin embargo, su mayor preocupación, agregó, sería el hallazgo de material incendiario ya que “esto de los papeles quemados y de los encendedores que estaban botados nos preocupa mucho porque acá no hay seguridad y nadie nos dice que en tres días más se dejen caer los tipos nuevamente e incendien la cabaña”.
Al lugar, llegaron representantes de la Red Interinstitucional de Memoria y Derechos Humanos de Valparaíso, conformada por los seremis de Justicia y Derechos Humanos, Bienes Nacionales y de las Culturas, las Artes y el Patrimonio además del Gobierno Regional, para reunirse con la Corporación Melinka, manifestar su repudio frente al atentado y realizar coordinaciones que les permitan visualizar la importancia que sitios como Melinka poseen para procurar la garantía de no repetición de acontecimientos como la dictadura civil militar.
Tras el encuentro, la seremi de Justicia y Derechos Humanos de Valparaíso, Paula Gutiérrez Huenchuleo, señaló que este atentado es el resultado del “negacionismo y de la falta de memoria que tenemos como sociedad, que se ha visto fomentado por una serie de actitudes de figuras públicas. Es necesario que en Chile no solo la sociedad civil sea responsable de los sitios de memoria, sino que como Estado nos hagamos cargo de la labor de que debemos realizar en tareas como pedagogía de la memoria, pero, también, en ser enfáticos y establecer que no debe ocurrir, nuca más, un atentado a la dignidad humana como ocurrió en Chile entre 1973 y 1990”.
Por su parte, el seremi de Bienes Nacionales, Tomás Covacich, indicó que “lo que sucedió en el Sitio de la Memoria en Melinka es inaceptable, debe condenarse y se debe prevenir en el futuro. Esa protección significa, necesariamente, una coordinación de todos los actores involucrados, razón por la que se creó esta Red Intersectorial por los Derechos Humanos y la Memoria. Nos preocuparemos de generar mecanismos seguros de denuncia y resguardo a estos espacios y a las organizaciones que los protegen, para lo que también los gobiernos locales son claves, y esperamos estén a la altura de las circunstancias”.
Finalmente, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Valparaíso, Patricia Mix, reiteró que “esta vandalización que ha tenido el sitio de memoria de Melinka, en Puchuncaví, es intolerable, algo que no se puede dejar pasar. Necesitamos que las policías hagan el máximo de los esfuerzos para identificar a los responsables, que respondan por lo que hicieron, pero, sobre todo, necesitamos que la comunidad toda, que las distintas autoridades de esta gestión de Gobierno sigamos apoyando y poniendo a disposición los instrumentos necesarios para el resguardo, el reconocimiento y la protección de los sitios de memoria que son fundamentales para que la garantía de no repetición pueda, realmente, concretarse”.