Por Sofía Munilla C.
Docente carrera de Enfermería
U. Santo Tomás sede Viña del Mar
En Chile, cada año aumentan más las enfermedades y licencias médicas por problemas de salud mental. Durante la pandemia COVID-19 esto se incrementó, pasando a ser la principal causa de licencias médicas, según la SUSESO, afectando la calidad de vida de las personas, sus familias y entornos. Sin embargo, persiste en la sociedad el mismo estilo de vida, trabajo, relaciones, formas de realización o desempeño en las actividades de la vida diaria, donde subyacen los principales factores de riesgo que desestabilizan emociones, dificultan la adaptación y complican la resolución de problemas.
En la literatura se encuentran fundamentos acerca de las emociones, adaptación a los cambios y resolución de problemas, como capacidades que se desarrollan en la infancia. Una infancia protegida, fomentada y estimulada con seguridad, puede garantizar en un futuro, adultos conscientes, resolutivos, para quienes la adaptación sea un desafío estimulante y no un problema.
El reto está en “desestigmatizar” todo lo relacionado con la salud mental. Evitar conductas o comentarios que inhiban a las personas en la búsqueda de ayuda. Al abordar sus emociones desbordantes que sobrepasan lo que durante su crecimiento y desarrollo no fue protegido, se enfrentan a una sociedad que juzga a quien asiste a terapia.
En el Plan Nacional de Salud Mental, una de sus principales estrategias de trabajo es el abordaje de las problemáticas de salud mental inmersa en cualquier tipo de atención. Esto implica que se debe prestar atención a sutilezas durante la entrevista, para pesquisar eventuales problemáticas que el paciente encubre y que, en su mayoría, suelen descartar por manejarlo “ellos mismos”, perdiendo bienestar.
El profesional de Enfermería está involucrado en controles de salud a lo largo de todo el ciclo vital de las personas, Atención Primaria, nivel Secundario y Hospitalización. También en docencia, donde enfrenta día a día estudiantes bajo el estrés del rendimiento y en etapas críticas de transición de la adolescencia al adulto joven, enfrentando responsabilidades e independencia. Gestión, al recibir personas entrampadas en nudos de procesos clínicos que fallan y generan incertidumbre, e incluso en investigación. Sin ir más allá, se evidencia su presencia, que puede funcionar de manera muy estratégica.
¿Cuál estrategia? Abordar el Plan Nacional en desafíos donde menciona la detección y manejo de estigmas; y el articular acciones antidiscriminación. Considerar la atención tradicional del paciente y aprovechar las instancias de desarrollo y expansión de actividades en comunidad y entornos sociales, donde el profesional de Enfermería ha cobrado mayor protagonismo, generar estrategias, conocer y enfrentar realidades. Se necesita ver más allá de la piel, más profundo que los ojos, abrazar el corazón de las personas con el cuidado que ellas necesitan.