El Ministerio de Vivienda y Urbanismo junto al Banco Interamericano de Desarrollo presentaron este mediodía las cifras oficiales del “Catastro Nacional de Campamentos 2022”, trabajo desarrollado por el Programa de Asentamientos Precarios del Minvu, y que contó con el apoyo del Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD).
La seremi Minvu Valparaíso, Belén Paredes, explicó que “el Catastro de Campamentos es un instrumento que nos permite trabajar sobre datos concretos y no supuestos. Aquello es muy importante para enfrentar esta crisis habitacional que presentamos a nivel nacional, pero que como región nos golpea muy fuerte. En primer lugar, nos permite ordenar para elaborar una estrategia adecuada en cómo vamos a atacar esta problemática. En segundo lugar, es importante dar cuenta de las razones y circunstancias que llevaron a las familias a vivir en esta situación y reconocer a quienes no estaban dentro de nuestros registros, pues aquello nos permitirá abordar esta problemática con todas y todos los que no habían estado en nuestro mapa hasta ahora”.
Puntualizó que “como Estado tenemos un rol que cumplir, tenemos una crisis habitacional, la cual reconocemos y de la cual nos tenemos que hacer cargo, pero aquello debe realizarse de manera articulada con otros servicios públicos y con la sociedad civil, todos apuntando hacia un mismo objetivo que permita una trasformación real a esta problemática, entendiendo que no es algo de hoy y que la solución no será de un día para otro, pero si garantizar un modelo de desarrollo que contribuya disminuir este número, pero sobretodo, a acabar con las brechas y caminos que generan que las familias terminen viviendo en campamentos. Esto es lo que nos hemos planteado a través del Plan de Emergencia Habitacional, sumado a una meta de 31.246 viviendas construidas al finalizar nuestro periodo, vale decir, con medidas concretas atacamos el problema”.
En esta misma línea, la directora (s) de Serviu, María Paz Cueto, expuso que “para poder catastrar el aumento de tomas que la región ha evidenciado en los últimos años, nuestro equipo del Programa de Asentamientos Precarios inició en el 2020 un trabajo de visualización con vuelos de drones para identificar los lugares donde se estaban desarrollando estas ocupaciones, así como también recoger imágenes satelitales de estos terrenos y sus planimetrías con el objetivo de determinar con estudios el grado de riesgo para la habitabilidad».
«Esta recopilación —sostuvo— permitió también ser parte de este trabajo colaborativo con otras instituciones que participaron del catastro para que pudieran acceder a cada uno de estos lugares y levantar la caracterización social de las familias que actualmente viven en un campamento, incorporando nuevos aspectos que tienen relación a sus ingresos, situaciones migratorias, identidad sexual y de género, entre otras variables que antes no se consideraron pero que hoy forman parte de la realidad del país. Estos resultados nos permitirán tener una radiografía más global a la hora de definir las estrategias de intervención que permitan una respuesta más eficiente para avanzar en superar esta vulnerabilidad en el país disminuyendo los 255 campamentos que son parte del catastro 2022 y de las más de 18 mil familias que actualmente viven en esta condición en las distintas comunas”.