Situaciones alarmantes como riñas entre estudiantes dentro de los establecimientos, golpes entre adolescentes a las cercanías de los colegios, casos de abuso y acoso sexual, han causado temor dentro de la comunidad escolar al volverme repetitivos dentro de la actual realidad.
El crecimiento en el acoso escolar es un hecho. Según la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras, entre 2020 y 2022, se registraron 5.934 casos graves de acoso escolar en Chile, donde 2.516 corresponden a la región Metropolitana. Es la zona más afectada alcanzando casi el 50 % de los casos.
Pero, hay más. El Documento Técnico Bullying y Ciberbullying “Hablemos de Todo” 2020-2021 del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) evidencia que la prevalencia de victimización por acoso es de 15,1 %, 15,8 % en hombres y 13,9 % en mujeres. El principal tipo de bullying es el sexual (18,4 %), seguido del físico (8,6 %) y el psicológico (6,8 %), siendo la principal causa la apariencia física (32,3 %), luego la nacionalidad, raza o color de piel (7,8 %) y la religión (4,8).
La psicóloga de Clínica Los Leones, Camila Bichara, explica que este tipo de fenómenos graves pueden relacionarse con este periodo de readaptación que están viviendo los escolares, de lo virtual a nuevamente lo presencial. “Los periodos de readaptación generan estrés en todas las personas, particularmente en los niños y niñas, y eso es lo que nosotros estamos relacionando con esta gran aparición de conductas desreguladas”, dijo.
También señala que “intimidar, forzar a otra persona a hacer algo que no quiere, es una experiencia común para niños y adolescentes, las encuestas revelan que hasta la mitad de los niños en edad escolar son intimidades en algún momento”.
“Cuando son menores de edad, tienden a guardar lo que les pasa por bastante tiempo y no le cuentan a nadie hasta que no soportan más y se atreven a pedir ayuda”, asegura la especialista, por lo que es importante hablar con los niños acerca de qué es el acoso escolar y cómo abordarlo.
Además, agrega que “para resolver este conflicto es esencial observar los cambios que padece un niño que está siendo acosado en el colegio, ya que puede manifestar ansiedad, miedo, sentimientos de culpa, baja autoestima, deseos de no asistir al colegio, entre otras”.
Una de las recomendaciones que entrega Camila Bichara es comprometer a todo el círculo del estudiante con el que se relaciona, es esencial para crear un cambio, sin embargo, muchas veces el apoyo familiar no existe. Entonces ¿qué se hace en estos casos? apelar al establecimiento educacional.
Enfatiza en que para prevenir el acoso escolar hay que partir por ayudar a los niños a entender que es el acoso ya que es fundamental para enfrentarlo. Además, mantener una buena comunicación y dar el ejemplo de cómo tratar a otros con amabilidad y respeto son.
Una vez que se detecta el acoso escolar, hay que evaluar el procedimiento a seguir, hablar con la víctima y hacerla sentir que se encuentra en un lugar seguro, luego aislar al agresor y comenzar a trabajar de manera progresiva.