Por Dr. Roberto Rosso Astorga
Presidente de la Sociedad Chilena de Radioterapia
Fundación Arturo López Pérez
En Chile, el cáncer ya es la primera causa de muerte, y anualmente debemos lamentar el fallecimiento de más de 27.000 personas al año por esta razón, desenlace que en muchos de los casos, con un diagnóstico precoz o con el acceso a un tratamiento adecuado y oportuno, podría haberse evitado.
Han pasado cerca de 70 años desde que en Chile se comenzó a tratar con radioterapia a los primeros pacientes con cáncer. Desde entonces, su uso en el mundo y en nuestro país, no ha hecho más que crecer. Se estima en países desarrollados, que cerca del 50-60 % de los pacientes con diagnóstico de cáncer deberán acceder a radioterapia en algún momento del curso de su enfermedad: Como tratamiento en una etapa precoz, en contexto de enfermedad metastásica y como manejo paliativo para síntomas como dolor, sangrado u otros.
El importante rol de esta especialidad ha hecho que a nivel mundial, y por primera vez en Chile, se conmemore el día nacional de radioterapia, fecha escogida por el natalicio de la gran científica y doble premio nobel Marie Curie, cuyo trabajo nos permite hoy en día, usar diferentes tipos de radiación como terapia contra el cáncer.
En los últimos años, Chile ha tenido importantes avances en esta materia gracias a la aparición de nuevos centros, la llegada de modernos equipamientos y la formación de más profesionales. De forma paralela, la incorporación de la radioterapia en listados de garantías GES para más de 10 diagnósticos oncológicos, la actualización de diferentes guías clínicas recomendando su uso y la actualización en 2019 de nuevos códigos FONASA, permiten que más personas puedan acceder a este tipo de tratamiento.
En las últimas dos décadas el crecimiento de la especialidad ha permitido la incorporación, en casi todos los centros a nivel nacional, de técnicas de radioterapia avanzada como IMRT (radioterapia de intensidad modulada) en sus diferentes formas, técnicas altamente complejas como la radiocirugía (SRS o SBRT), el uso de la radioterapia guiada por imágenes (IGRT) o el uso de imágenes de apoyo como RNM o PET.
La educación y concientización de la comunidad con herramientas de prevención y diagnóstico precoz, son de vital importancia y deberían ser la clave del éxito a nivel epidemiológico. Sin embargo, no podemos olvidarnos de quienes ya han sido diagnosticados de un cáncer y necesitan de un adecuado acceso a tratamientos oportunos.
Este día de conmemoración debe reconocer los avances logrados hasta ahora, pero sobre todo estimularnos a trabajar en el plan trazado para que como país, seamos capaces de garantizar el acceso de manera oportuna, cómoda, con calidad y sin enfrentar desplazamientos geográficos, considerando que 9 de las 16 regiones no cuentan con centros de radioterapia, a un tratamiento que como hemos dicho está garantizado y puede llegar a salvar miles de vidas.