Los académicos de Geología UNAB Manuel Suárez, Jean Baptiste Gressier, Pablo Rossel y la geóloga de Sernageomin Rita de la Cruz publicaron un artículo científico que da cuenta de la existencia de un cordón volcánico que desapareció hace más de cien millones de años por la erosión con el tiempo, el efecto de las lluvias, de los vientos y de los hielos en la Región de Aysén.
“Nuestro estudio descubrió la presencia de una cadena de volcanes del periodo Cretácico Inferior (de hace 135 a 123 millones de años) en la Patagonia chilena (Región de Aysén) de 50 km de ancho y más de 200 km de largo”, señaló Jean Baptiste Gressier, director de la carrera de Geología UNAB, sede Viña del Mar.
El profesor agregó que “este descubrimiento es importante para entender la historia geológica de este país y cómo se formó con los años este territorio austral”.
El artículo científico titulado “Lower cretaceous missing volcanic arc. A migrating arc, central Patagonian cordillera, Chile: Detrital zircon U–Pb geochronology” fue publicado el 16 de enero de 2023 por la revista científica alemana “International Journal of Earth Sciences”.
Gressier explicó que lo que se estudió fueron, por un lado, los fragmentos de esta “cadena de volcanes perdido” así como sus cenizas, que cayeron en el fondo de un mar vecino, conocido como la Cuenca de Aysén, quedando inmersas en los sedimentos que allí se acumularon. Por otra parte, en el extremo occidental del archipiélago de los Chonos estarían las raíces “graníticas” de estos volcanes.
Ellos analizaron en laboratorio los circones, que son los minerales más antiguos que se han encontrado en la Tierra. “Los circones que estaban en rocas sedimentarias permitieron la datación del mineral o la estimación del tiempo en que se formaron las rocas que componían este arco volcánico”, indicó el académico.
Asimismo, los datos de este estudio sustentan un magmatismo o actividad volcánica continua de, al menos, 90 millones de años en el centro occidental de la Patagonia desde el Jurásico Superior hasta el Cretácico Superior. Esta nueva hipótesis plantea diferencias en el comportamiento de los arcos volcánicos de Aysén respecto a aquellos en el Chile central y norte, donde las cadenas volcánicas migraron, durante el Mesozoico y Cenozoico, de oeste a este.
“Con este trabajo también podemos determinar el paleoambiente, paisajes, condiciones de vida y geología del Jurásico tardío, el de la época del Chilesaurus diegosuarezi, un dinosaurio herbívoro que fue hallado el año 2004 por el Dr. Manuel Suárez, y del Cretácico Temprano, período en que plesiosaurios surcaban los mares vecinos a los desaparecidos volcanes, y que este equipo de investigadores descubrió en el 2018”, informó Gressier.
Suárez, que comenzó su carrera de investigador en la región del Cabo de Hornos, lidera hace años un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Aysén que busca contribuir a convertir esta zona en un polo científico a partir de su riqueza geológica y paleontológica. La iniciativa del proyecto ‘Puesta en valor de la geología y conocimiento de dinosaurios’, es ejecutado por la Universidad Andrés Bello, en colaboración con el Museo Regional de Aysén, el Museo de Historia Natural de Santiago y el Museo Argentino de Ciencias Naturales de Buenos Aires.