El Colegio Católico Santa Teresa de Quilpué se encuentra en el centro de la polémica luego de ser multado por la Superintendencia de Educación, debido a constantes acosos que sufrió una alumna de cuarto medio a causa de su orientación sexual.
Según indicó el Movilh, «cuando su madre presentó reclamos, la Dirección impidió que la estudiante participará de actividades de fin de año, le prohibió que se licenciara, la agredieron física y verbalmente y la denostaron frente a sus compañeros/as y ante los apoderados de su polola».
La apoderada precisó que los hostigamientos iniciaron en junio del 2022, cuando el colegio se enteró que la joven mantenía relación sentimental con otra alumna.
El 18 agosto del 2022, en tanto, “mi hija nuevamente estaba con crisis de pánico porque el inspector obstaculizaba que hablara con su pareja. Todo pasó porque las niñas estaban conversando en el recreo y al Inspector le pareció que se estaban besando. Si bien las niñas le dijeron que ello no era cierto y le pidieron que revisara las cámaras, el inspector optó por llevarlas a su oficina para llamarles la atención, porque, según dijo, era inapropiado que dos mujeres se tomaran de la mano o se abrazaran porque otros apoderados se quejaban”.
Posteriormente y según contó la madre de la víctima, la directora del Colegio «interrumpió las clases de alumnos de cuarto medio, haciendo juicios de valor, descalificaciones vejatorias hacia mi hija y mi persona, desprestigiándonos y pidiendo a los niños que no consideraran a mi hija en su cena de fin de año. No bastando con esto, además citó a audiencia a los padres de la polola de mi hija, para decirles que la relación era una mala influencia. El mismo día recibí correo electrónico de la directora, donde prohibía que mi hija participara de la licenciatura».
Ante ello, la vocera del Movilh, Javiera Zúñiga, animó «a la Fiscalía a acelerar estas investigaciones, de manera que los responsables también reciban sanción penal”, acorde a Soychile.