La cinta, que toma elementos del western, aborda el la colonización de la Patagonia y el genocidio del pueblo Selk’nam. “Creo que la gente conectó mucho con la película”, destaca sobre esto el director Felipe Gálvez, tras la presentación en el Festival de Cannes. La cinta además cuenta con un destacada elenco internacional con actores como Camilo Arancibia, Alfredo Castro, Marcelo Alonso, Benjamín Westfall, Mishell Guaña y el inglés Mark Stanley.
En la instancia también estuvo presente parte importante del equipo que trabajo en esta coproducción internacional que tuvo ocho países involucrados y en la que el director trabajo por nueve años. “Todos estábamos confiados de la película. Yo llevaba nueve años trabajando, los que menos llevaban son cuatro años y creo que cuando uno trabaja mucho tiempo en un proyecto, hay algo de confiar en el trabajo que se hizo y la sorpresa es encontrarse con una buena reacción de los espectadores, de la prensa americana y europea, que generalmente no siempre piensan igual”, afirma.
El cineasta recalca que se trata de una cinta que si bien “es muy fuerte en el sentido de cine de autor, pero con una vocación de audiencia”. “Yo la considero un experimento y creo que esa es una de las cosas más arriesgadas. Lo que me tiene más contento es que funcionó. Se están abriendo puertas para que sea distribuida en más países, que siga dando vueltas por cines, en países, no solo por festivales”, expone.
Sobre el contenido político de Los Colonos, Felipe Gálvez es firme en declarar que es una película “de cuando los chilenos mataron a los indígenas. De cuando (el exPresidente) Pedro Montt hizo vista gorda a la matanza de los indígenas, cuando permitió el asesinato en la escuela de Santa María y en el extremo sur del país permitió, calló y silenció la matanza de un pueblo indígena”.
Asimismo, cuestiona que este genocidio en la actualidad se haya “transformado en una imagen país” y que por estos días “son transformados en muñecos, se pueden comprar en el aeropuerto en forma de chocolates y eso es de una violencia extrema”.
“Es de un país que tiene un profundo desprecio por su historia, que tiene un discurso de olvidar el pasado, que plantea que no hay que hacer más películas de dictadura en Chile, que no hay que ir 50 años atrás, pero la pregunta es: ¿Qué pasa cuando un país decide borrar páginas de su historia de hace 100 años cuando Chile ejecutó un genocidio de un pueblo indígena?“, complementa.
Sobre esto agrega que “se trata de cuando los chilenos mataron a los indígenas, de cuando hicieron ocupación de esas tierras y ocultaron esa historia. Cómo esa historia no es parte de nuestra historia oficial, cómo el pueblo Selk’nam hoy es declarado extinto cuando sigue vivo y está luchando en el Congreso para ser reconocido como tal”.
Fuente: The Clinic.